Por Laura Fontalba
Trabajadoras del Servicio de Ayuda a Domicilio (SAD), acompañadas de CCOO y UGT, se han concentrado hoy en los tinglados del Arenal para denunciar que llevan siete años sin convenio.
Son 1.250 Auxiliares del Servicio de Ayuda a Domicilio de Bizkaia las que se ven afectadas por la situación. Desde el principio de la pandemia, y hasta el final de la misma, el trabajo de estas auxiliares se consideró esencial. Se trata de trabajadoras formadas y especializadas en su labor, que durante años han cuidado de los mayores dependientes.
Sin embargo, a pesar de que todos los ayuntamientos de Bizkaia aumentaron los presupuestos de este servicio esencial para mejorar su calidad, incluyendo en ello la subida de salarios, los sueldos continúan congelados. La patronal lleva desde 2015 poniendo excusas para evitar la subida.
Ante esta situación, los sindicatos han reivindicado que se reconozca el trabajo de estas empleadas, que además de esenciales, llevan años trabajando por y para nuestros mayores. “Son mujeres que atienden a nuestros familiares dependientes, para que después de tantos años trabajando y cotizando, tengan una vida digna y de calidad en su propio hogar”, han explicado. Las trabajadoras, por su parte, plantean dos únicas opciones válidas: “Salario o conflicto”.