Por Laura Fontalba
Esta mañana, por medio de un comunicado, la asociación Bizitu ha denunciado la actuación y la falta de prevención de la Ertzaintza, el pasado 18 de noviembre de 2023, al atender a una mujer que temía que cuya expareja hubiese quebrantado la orden de alejamiento por violencia de género.
Según han relatado, esta mujer acudió a la oficina de la Ertzaintza de Zabalburu (Bilbao), acompañada por una compañera de Bizitu Elkartea, para denunciar que había desaparecido el espejo de protección colocado en su rellano, que servía para comprobar si su expareja la espera antes de llegar a su puerta; y que había encontrado un teléfono móvil apagado también en dicho rellano. A pesar de explicar ambos hechos y advertir que su expareja tiene una orden de alejamiento por violencia de género, ambas relataron que el agente que las atendió mostró «resistencia» a recoger la denuncia y que, una vez recogida, alegando que no contaban con ningún cargador mediante el que comprobar la procedencia del móvil, les recomendaron cargarlo en casa y llevarlo a comisaría después. Una propuesta que rechazaron, pues ellas ya habían cumplido con su responsabilidad y, ahora, debía ser la policía quien se encargase del resto.
La asociación ha denunciado que, dada la situación de hostilidad, la víctima comenzó a ponerse nerviosa, pero mayor sorpresa se llevaron cuando un segundo agente se les acercó y preguntó: «Pero, a ver, ¿tu ex es violento?». Llegados a ese punto y con los nervios en aumento, el agente se ofreció a llamar a una ambulancia, una propuesta que ambas rechazaron pues, lo único que necesitaban, era que recogiesen correctamente su denuncia y dejasen de cuestionarla. Días después, Bizitu Elkartea ha explicado que interpuso una queja formal por el trato recibido, pero que la única respuesta que recibieron fue que «la actuación de todo el personal implicado fue acorde con los procedimientos establecidos». Sin que se especifique en ningún lugar cuáles son esos procedimientos establecidos. Lo que hoy les ha llevado a exigir a la Consejería de Seguridad que se haga público y se revise dicho procedimiento.
Aunque la situación no terminó ahí. Según ha denunciado la asociación, un mes después, el 22 de diciembre, la mujer denunciante recibió la llamada habitual de su agente de referencia —un servicio al que tienen derecho las víctimas de violencia de género que han interpuesto denuncia y que son reconocidas como tales, para hacer un seguimiento de su situación—. Durante la llamada, preguntó qué había ocurrido con el móvil que apareció en su rellano, pero, para su sorpresa, la agente de referencia aseguró que desconocía que se hubiese encontrado un teléfono. «Nadie había informado de la posibilidad de que su expareja hubiese quebrantado la orden de alejamiento», ha denunciado Bizitu Elkartea.
Es por todo ello que, esta mañana, la asociación ha denunciado públicamente que la Ertzaintza no se ha preocupado de evitar posibles daños mayores, pues «no ha hecho el trabajo de prevención al que está obligada». «Esta vez, la víctima ha denunciado una posible situación de peligro y no se la ha escuchado», han denunciado.