Esta mañana, mientras se realizaba el Claustro de la Universidad del País Vasco UPV/EHU en el edificio Bizkaia Aretoa de Bilbao, las limpiadoras subcontratadas por la UPV y el Departamento de Educación, se han concentrado cerca de la entrada del edificio, a pesar de que la Ertzanitza pretendía colocarlas a 100 metros de distancia del mismo. A pesar de contar con el permiso correspondiente, se han colocado finalmente frente a la entrada, lo que ha desembocado en la identificación de representantes sindicales y la apertura de expediente de seguridad urbana.
La huelga que iniciará el próximo 2 de marzo y se extenderá durante durante 5 semanas, está respaldada por los sindicatos ELA, LAB, ESK y CCOO.
NOTA DE PRENSA
Tras cinco años de negociación las empresas han dejado de acudir a la mesa y la Administración Pública Vasca mira hacia otro lado. Bajo el lema de “igual trabajo, igual salario”, reclaman la equiparación salarial respecto a las trabajadoras de limpieza propias del Gobierno Vasco. La diferencia salarial, actualmente, es superior a un 13%. La huelga iniciará el próximo 2 de marzo.
La discriminación no finaliza ahí. El 40% del sector tiene jornadas parciales y por lo tanto, salarios parciales. Las empresas se niegan a tomar medidas que permitan ampliar las jornadas a través de un nuevo sistema de cobertura de vacantes. Esto significa condenar a las trabajadoras a una precariedad indefinida en el tiempo.
Además, las cargas de trabajo son insostenibles. Mientras que el personal laboral de limpieza en el Departamento de Educación tiene limitada la carga de trabajo a 1.240 metros. Las trabajadoras subcontratadas llegan a limpiar entre 2.500 e incluso 2.800 metros diarios. Como consecuencia buena parte de la plantilla sufre de túnel carpiano, epicondilitis, tendinitis en el hombro, ansiedad…
Por su parte, el departamento de Educación y la UPV/EHU siguen licitando los servicios a la baja, adjudicando los contratos a las empresas que presentan los precios más bajos. Después manifiestan su dificultad para asumir las demandas que reclaman las trabajadoras y así han pasado cinco años.
Se ven obligadas a ir a la huelga porque la situación en insostenible. Porque han decidido parar para que alguien las vea, para demostrar que también existen y que, a pesar de ser subcontratadas, forman parte de la Comunidad educativa. La mayoría de la plantilla son mujeres trabajadoras que quieren acudir a sus puestos en condiciones dignas. Algunas llevan más de 30 años perteneciendo al centro, sin que nadie del mismo haya nunca preguntado su nombre.
Pero no están solas. Colectivos de estudiantes han estado acompañándolas estos meses en los que se han movilizado. También parte del personal docente han querido mostrarles su respaldo.
Con esta huelga confían en que las empresas retomen la negociación con seriedad y que el Departamento de Educación y la propia UPV/EHU les presten la atención que no les han prestado durante estos últimos cinco años. Reclaman retomar la negociación, que se retome con contenidos para así poder firmar el Convenio que hace años que merecen.
Fuente: ELA Sindikatua