Nota de prensa: Ha sido inevitable. Las obras de la Supersur han desgajado las dos laderas del valle del Bolintxu a la espera de que el mastodóntico viaducto acabe de enterrar este lugar natural, emblemático para la ciudadanía bilbaína.
Por eso, la Plataforma Supersur Ez – Bolintxu Bizirik ha escenificado el “entierro del Bolintxu”, el último valle natural que le quedaba a Bilbao, a modo de protesta alrededor del edificio de la Diputación Foral. En el acto se ha trasladado un féretro verde llevado al hombro por los asistentes. Varias paradas han simulado un cortejo procesional. En cada una de ellas se ha dado lectura a una frase en latín proclamando el porqué de la muerte de este valle tan querido: “Domine, instrue homines ad defendendum Naturam et non ad persequendum pecunian”, ó “Domine, libera PNVen ab actionibus pro beneficio suo et non pro Naturae beneficio”, entre otras.
Unas cincuenta personas han participado en este acto de protesta celebrado dentro de la última semana electoral antes de las elecciones del 12 de julio. Este entierro simbólico nos ha ayudado, además, a recordar cómo se ha gestado este fiasco ambiental de la mano del gobierno foral integrado por el PNV y el PSE.
El 21 de enero de 2019, el Diputado General Unai Rementería anunciaba el inicio de construcción de la ampliación de la Supersur. El diario El Correo recogía las palabras del propio Rementería: “Las máquinas de la Supersur evitarán el Bolintxu para reducir el impacto ecológico”. Las obras empezaron a pesar de los esfuerzos de diferentes grupos sociales y partidos políticos de paralizar esta obra innecesaria e impactante. La plataforma Supersur Ez – Bolintxu Bizirik avisó en febrero de 2019, que si estas obras no se paralizaban en un año, las máquinas acabarían entrando en el Bolintxu y esto es lo que ya ha ocurrido.
Durante el confinamiento debido al COVID 19, desde instancias científicas, académicas y sociales se han suscitado numerosas reflexiones que apuntan a la necesidad de replantear el actual modelo de desarrollo de grandes infraestructuras. Se cuestiona el modelo de movilidad actual basado en la construcción de grandes obras que perpetúan modos de transporte insostenibles con grandes costes ambientales, y que redirigen ingentes cantidades de dinero que serían necesarias en otros sectores económicos y sociales. Unas reflexiones que creemos que no pueden ser más oportunas y necesarias.
La Plataforma Supersur Ez – Bolintxu Bizirik ha pedido a la DFB reiteradamente una moratoria a las grandes inversiones en infraestructuras para priorizar los servicios esenciales que se requieren tanto en este momento como en el futuro (sanidad pública, exclusión social, refuerzo del modelo de residencias de mayores, etc). A pesar de estas peticiones respaldadas por un gran número de grupos sociales, la DFB ni se plantea su toma en consideración y continúa con las obras de la Supersur.
Las obras se iniciaron con la excavación con explosivos del túnel de Seberetxe. Previamente se modificó toda la ladera del monte, se eliminaron quince hectáreas de vegetación en este barrio, y se aplanó y modificó el terreno para construir los viales de la autopista. El resultado: destrucción de los valores naturales del barrio.
Simultáneamente se entraba a media ladera en el Valle del Bolintxu por medio de un camino que está siendo convertido en una impactante carretera. Continúo modificándose el camino que desde el aparcamiento de Igertu va hasta las conducciones del Consorcio. Este camino está cerrado actualmente, pero por lo que hemos podido apreciar, se ha ampliado y hormigonado. Además, el Estudio de Impacto Ambiental reconocía importantes afecciones en la vegetación y en las aguas de un afluente del Bolintxu.
Cerca de los sifones del Consorcio se excavará la boca del túnel de Arnotegi que da al valle. En estos momentos se está trabajando en esa ladera, abriendo caminos, eliminando la vegetación y, pronto, se preparará la ladera como se hizo en Seberetxe.
Por eso queremos terminar diciéndole al señor Rementería que sus palabras eran falsas: mintió en su nombre y en el de su gobierno, y manipuló a la opinión pública en enero de 2019. El Bolintxu ya se ha impactado gravemente como podemos ver en las fotos de las embocaduras del sifón y de Seberetxe. Y el viaducto de seis carriles que proyectan no dejará de ser otra cosa que la marca de fuego sobre este delicado enclave natural, el último que queda en el municipio de Bilbao.
¡El dinero de la Supersur para necesidades sociales!
SUPERSUR EZ, BOLINTXU BIZIRIK!
Fuente: Ekologistak Martxan-Bizkaia