Por Basurto Bizirik
El Servicio Vasco de Salud-Osakidetza ha anunciado de manera unilateral el traslado forzoso de decenas de trabajadores de unidades relacionadas con la Cirugía Cardiaca al Hospital de Cruces, abandonando a su suerte a otros tantos trabajadores a los que no se les asigna destino. ¿Qué implica esto?:
1. El anuncio se realiza en pleno verano y sin apenas publicidad, otorgando poca capacidad de reacción -recursos- a los trabajadores que pudieran verse afectados.
2. ¿Qué pasa con esos trabajadores con formación específica en este ámbito (anestesistas, enfermeros, auxiliares, etc.) que no van a desempeñar tareas relacionadas con la cirugía? Vamos a perder un montón de talento y conocimiento, cuidados menos especializados.
3. Osakidetza sigue con su ofensiva queriendo desmantelar todo el sistema público de salud. Cierran un Servicio de Cirugía Cardiaca público, pero no se atreven a meter mano a clínicas privadas que atienden bajo convenio a usuarios de Osakidetza.
4. Les da absolutamente igual toda la inversión económica que se hizo en 2017 (con foto de autoridades incluidas) gastando millones de euros en un quirófano y una Unidad de Críticos especial para el postoperatorio de Cirugía Cardiaca.
5. Hacen oídos sordos a las reclamaciones de pacientes, usuarios, trabajadores, asociaciones vecinales y de pacientes, sindicatos y personas con responsabilidades públicas.
6. Queda claro que la seguridad del paciente, el derecho a una segunda opinión en otro centro público de Euskadi y la medicina de cercanía (y con buenos resultados) solo están sobre el papel y en sus discursos, pero no en la práctica.
Más de lo mismo de este país, quien está en el poder hace y desahace a sus anchas culpa de los votantes. Y la pasividad y permisividad de la sociedad actual