A finales de octubre se presentó Bilboko Itaia como organización socialista de mujeres. Desde entonces, han puesto en marcha dos dinámicas. La primera, en contra de toda violencia machista; la segunda y actual, trata la problemática de los trabajos asistenciales. Dentro de ella, se realizaron este sábado 6 de marzo unas jornadas en Karmela y para este 8 de marzo, han llamado una concentración en la Diputación a las 18:00.
Para hablar de ello hemos entrevistado a dos de sus miembros, Teresa e Irene.
¿Qué es Bilboko Itaia y con qué fin se crea?
I: Bilboko Itaia se crea junto con otros grupos de diferentes regiones a nivel de Euskal Herria a finales de octubre. El contexto de crisis, y más aún en plena pandemia, ha dejado entrever un empeoramiento de las condiciones de vida de los sectores más vulnerados. Entre ellos, las mujeres trabajadoras son las que están viviendo en sus propias pieles las consecuencias. Ante la falta de una propuesta eficaz, también vimos que era necesario comenzar a organizar la defensa de las mujeres trabajadoras.
Lleváis poco tiempo entonces, ¿cuáles han sido vuestras líneas de trabajo hasta ahora?
I: El pasado mes de noviembre pusimos una dinámica en marcha para hacerle frente a toda violencia machista. Entendemos que dicha violencia le es imprescindible al sistema capitalista, formación social que es violenta de por sí misma,debido a las relaciones que la componen. En este sentido, las continuadas agresiones que devienen de la ideología machista, tienen como función mantener y normalizar la dominación de la mujer trabajadora.
T: Actualmente, estamos trabajando la problemática de los trabajos asistenciales y es que en estas circunstancias, ha quedado claro cuál es el papel que cumple la mujer trabajadora en ellos. No solo por las tareas que realizamos en el entorno del hogar, que se han visto duplicadas; sino también por las malas condiciones de trabajo en el sector laboral de estos trabajos (limpieza, trabajo remunerado del hogar…), así como la limitación que tienen los servicios que ofrece la administración. Debido a las implicaciones que supone todo esto en la mujer trabajadora, decidimos poner en marcha una dinámica política en Bilbo.
¿Nos podéis hablar un poco más sobre la dinámica que tenéis entre manos?
T: A través de esta dinámica, queremos, por un lado, hacer un análisis integral de la cuestión de los trabajos asistenciales y la función que cumple la trabajadora en ella. Para ello, publicamos un video que recogía diferentes datos sobre la realidad de Bilbo. Por otro lado, nuestro objetivo era, igualmente, desarrollar la relación con diferentes mujeres trabajadoras del sector de los trabajos asistenciales. De esta forma, publicamos diferentes entrevistas de cara a plasmar la realidad de estas mujeres.
I: Con la finalidad de reflexionar sobre todo esto y sacar conclusiones políticas, hemos realizado este sábado 6 de marzo unas Jornadas en Karmela. A la mañana, tuvimos una charla que recogió tanto el análisis como la propuesta política que hacemos desde ITAIA, la de socializar los trabajos asistenciales bajo una forma de organización socialista. A la tarde, llevamos a cabo una mesa redonda sobre el sector laboral feminizado que es el de los trabajos asistenciales. Participaron en él, el colectivo de EH FeministakNika hablando desde el trabajo doméstico, una abogada especializada en trabajos asistenciales y Bilboko Itaia. Cerramos el día después con un acústico. Las Jornadas, asimismo, sirviron de contribución al 8 de marzo.
¿Tenéis algún planteamiento para el 8 de marzo?
T: Bajo el lema “en defensa de los intereses de la mujer trabajadora, combatamos la ley burguesa” hemos llamado una concentración a las 18:00 en Diputación. Lejos de superar la condición de oprimida de la mujer trabajadora, las instituciones burguesas y los partidos políticos institucionales, no tienen más fin que integrar a la mujer en la dinámica del capitalismo. Es por esto que queremos señalar su intento de radicalidad, a través de la implantación de políticas burguesas que parecen favorecer a la mujer en términos generales. Pero, en realidad, beneficia solo a las mujeres de clase media.
I: Consideramos, del mismo modo, que es urgente desarrollar una propuesta política basada en los intereses de las mujeres trabajadoras. En ese sentido, es indispensable el desenvolvimiento de nuestras capacidades políticas, para así convertir a las mujeres trabajadoras en un activo militante y seguir trabajando en la mejora de las condiciones de vida y trabajo de dicho sector.