Finalizado el mes de agosto y entrados ya en la recta final de un año en el que los pensionistas han jugado un papel protagónico reivindicando sus pensiones dignas, da inicio el mes de septiembre con una concentración más de los días lunes, y ya van 20 meses concentrándose delante del Ayuntamiento de Bilbao, pero como ya viene siendo costumbre desde que dio inicio la legislatura y sobre todo desde que el presidente en funciones Pedro Sánchez está buscando por todos los medios lograr conformar un gobierno. El Movimiento de Pensionistas de Bizkaia ha vuelto a advertir al ejecutivo socialista que ante la visita que tiene previsto realizar a Bilbao para reunirse con representantes del PNV en Sabin Etxea (Bilbao), los pensionistas piensan plantarse ese mismo día miércoles 4 de septiembre para hacerse escuchar, e intentar trasladarle su malestar ante la ausencia de un encuentro solicitado por los pensionistas, como ya lo ha estado haciendo con otros tantos agentes sociales a lo largo del verano.
Con más de 80 lunes asistiendo a las concentraciones de los días “lunes al sol”, los pensionistas insisten y recalcan que las pensiones “no son un gasto, son un derecho social”, y que no dejarán de luchar hasta ver cumplir su tabla de reivindicaciones entre las que se pueden mencionar por ejemplo la revalorización de las pensiones en función como mínimo al IPC, la derogación de los aspectos regresivos de las reformas de las pensiones fijadas en 2011 y 2013, entre otras tantas.
En cuanto a las movilizaciones a realizarse en conjunto con otros agentes sociales, desde el Movimiento de Pensionistas de Bizkaia, señalan que si se trata de ser más contundentes con el impacto de las acciones, a veces no hace falta ser tan creativo y prueba de ello son las distintas huelgas y paros realizados en el pasado tanto en Euskadi así como en España, en las que se consiguieron grandes logros a nivel laboral y social.
De hecho, tanto sindicatos como pensionistas llevan tiempo trabajando en realizar jornadas de paros para este próximo mes de noviembre. «Se trata de una cuestión que no viene determinada por una posible convocatoria electoral. Haya o no elecciones, ello no determinará que cambiemos la convocatoria. El objetivo es presionar a instituciones y partidos políticos», explican.
