En el día de hoy acudimos al Gobierno Vasco para trasladar nuestras felicitaciones a Lanbide por mantener 5 años de constante criminalización y precarización de las condiciones de vida de las personas preceptoras de la Renta de Garantías de Ingresos; por utilizar durante estos 5 años el argumento de perseguir el fraude, para cercenar los derechos de más de 64.000 hogares en situación de precariedad; por 5 años de vulnerar, con la excusa del control, los derechos de una parte muy vulnerable de la población.
Otra muestra de las diferentes políticas antisociales que se vienen aplicando durante estos 5 años es el recorte en un 7% de la cuantía de las prestaciones gestionadas por Lanbide: Complemento de Pensiones, Incentivos al Empleo, Renta de Garantía de Ingresos, ayuda para el acceso a la vivienda; o el endurecimiento de los criterios de acceso a las Ayudas de Emergencia Social y la reducción de las cuantías a percibir.
Además, en este cumpleaños denunciamos las malas prácticas aplicadas de manera reiterada:
1.- Las oficinas funcionan cada cual a su manera. Sigue sin haber espacios de registro; falta personal cualificado para determinadas atenciones o preguntas; o agendas insuficientes para poder satisfacer la demanda. Sigue habiendo colas para poder registrar documentos o personal de seguridad que hace labores de asesor.
Las familias usuarias de Lanbide se merecen el mismo respeto que el resto de la ciudadanía a la hora de ser atendidas por la administración pública. Exigencia de calidad y respeto a la normativa, también en Lanbide.
2.- En la actualidad, mediante el sistema de cita previa telefónica, a mes y medio vista; la falta de registro en muchas oficinas; o la constante petición de documentación a entregar en plazo de 10 días. Todo ello hace que personas que cumplen requisitos y obligaciones acaben viendo suspendidas sus prestaciones.
Esta vulneración del derecho administrativo provoca que quien solicita la RGI desista o retrase su incorporación al sistema, con el “ahorro” consiguiente a la administración a costa de los derechos de las familias.
3.- Las comunicaciones de Lanbide siguen sin venir suficientemente motivadas. Una prueba de esto es el actual envío masivo de cartas reclamando a personas perceptoras supuestos cobros indebidos bajo amenazas o denunciando estos hechos ante los medios de comunicación como fraude; cuando está claro que todo esto es producto de una mala gestión –incorrecta y chapucera- por parte de Lanbide.
Así mismo, es criticable las miles de notificaciones solo a través del BOPV, Boletín Oficial País Vasco.
4.- Los procedimientos, y la prestación de servicios por parte de Lanbide, siguen sin amoldarse a la normativa. Primando el control sobre un supuesto fraude sobre cualquier otra cosa, como la situación de vulnerabilidad de miles de familias. Como lo acredita, por ejemplo, el reciente informe publicado por Emakunde sobre “La exclusión residencial grave en la CAPV desde una perspectiva de género”
Cabe señalar que el fraude en la gestión de la RGI es ínfimo, y no supera el 0,28%. Es más, este fraude es producto, principalmente, de la mala gestión de Lanbide en la denominada “Renta Complementaria de Ingresos de Trabajo”. Los supuestos pagos indebidos se pretenden imputar a un fraude masivo en el acceso a las prestaciones. Lo cual, además de incierto y falso, solo esconde una política de control y criminalización de las familias trabajadoras afectadas por la actual situación de crisis económica.
Todas estas malas prácticas de Lanbide dejan sin recursos a miles de personas empobrecidas. Cabe recordar que las prestaciones gestionadas por Lanbide (Renta de Garantía de Ingresos, Renta Complementaria Ingresos de Trabajo; Complemento Pensiones; Prestación Complementaria de Vivienda) son un derecho. Por lo tanto, de acceso público, transparente y responsable. Su gestión, concesión y control deberían estar sujetas a criterios de calidad, respeto, legalidad y JUSTICIA SOCIAL para todas las personas y familias.
Además, y no deja de ser sintomático, que existan recursos y personal suficiente para hacer un control semestral de expedientes y movimientos bancarios de todas las familias usuarias de Lanbide; pero, sin embargo, no es posible una respuesta motivada a las alegaciones y recursos presentados en tiempo y forma en las oficinas de Lanbide. O que las reclamaciones formalizadas ante Lanbide sean respondidas sin siquiera haber leído los argumentos realizados y se conteste en base a formularios tipo.
En resumen, denunciamos que Lanbide se llene de orgullo diciendo que protege a la ciudadanía, y sin embargo, trabaje de forma constante para vulnerar los derechos que asisten a las familias vascas.