Por Laura Fontalba
Esta mañana, la asamblea de Txirbilenea y Emakume Migratuak han emitido una rueda de prensa para denunciar «el acoso y las amenazas» que está ejerciendo la policía sobre las personas que viven de manera temporal en la antigua Escuela de Aprendices.
«El acceso a la vivienda es un problema sobre todo para la gente migrada que viene a trabajar, a cuidar de nuestros mayores y a realizar trabajos que nadie quiere hacer», han explicado. Para dar respuesta a esta problemática, desde este año 2024, la parte inferior del edificio se utiliza para aquellas familias que requieran satisfacer «necesidad habitacional de emergencia». Precisamente, esta ha sido la situación de varias familias que, actualmente, viven de forma provisional en Txirbilenea, a sabiendas del Ayuntamiento que está «debidamente informado». De hecho, en marzo de este mismo año, se solicitó el empadronamiento de las mismas, pero la solicitud fue denegada.
Desde la asamblea han explicado que, tras una serie de actividades realizadas por colectivos de personas migradas durante los meses de julio y agosto, la Ertzaintza y la Policía Municipal han empezado a acudir al lugar «sin aparente motivo, identificando y amenazando a las residentes, sacando fotografías y accediendo al inmueble sin permiso», lo que, para Emakume Migratuak, representa «un acto de abuso de poder, reflejo de un sistema racista que subyace al interior de las instituciones».
Tal y como han relatado, el pasado martes 27 de agosto, mientras dos mujeres y dos niñas lavaban ropa en el patio de Txirbilenea, la Ertzaintza se personó en el lugar con el pretexto de haber recibido un aviso de alarma, a pesar de que en el edificio no hay ninguna alarma. Bajo este argumento, la Ertzaintza solicitó insistentemente acceder al edificio llegando incluso a amenazar a las habitantes advirtiendo que no identificarse «tendría consecuencias», pues «una de las niñas podría haber sido secuestrada por las mujeres». En ese momento, acudió la Policía Municipal de Sestao y haciendo «caso omiso» a las mujeres, terminaron accediendo a Txirbilenea. «Una vez dentro, los agentes identificaron a una menor de edad e intimidaron a las mujeres preguntándoles por qué no habían querido abrir la puerta antes», ha relatado una de las mujeres. Suceso similar se dio el jueves 29, cuando la Policía Municipal accedió al lugar por la parte superior del edificio, mediante la puerta que separa la zona de la Escuela de Aprendices del espacio utilizado por Emakume Migratuak y Txirbilenea. Fue el hijo de una de las mujeres el que escuchó cómo aporreaban la puerta y, tras verse obligado a abrir, quien fue identificado. A continuación, la policía accedió a las habitaciones sin previo aviso y sin permiso.
Estos acontecimientos han llevado tanto a la asamblea de Txirbilenea como a Emakume Migratuak a denunciar que el Ayuntamiento está intentando «amedrentar» a las personas que habitan el espacio con el objetivo de que lo abandonen, y cometiendo, además, un acto de «allanamiento de morada», pues son conocedores de que viven familias en el lugar. Asimismo, han solicitado que no se utilicen los datos de las personas identificadas con ningún fin «punitivo o coercitivo», pues lo ocurrido responde a «una situación racista y de abuso de poder» que «criminaliza a las personas migradas».
Desde Emakume Migratuak han denunciado que esta situación demuestra que el derecho a padrón «no existe», porque un padrón cuesta desde 100 hasta 300 euros al mes; el derecho a la vivienda para las personas migradas en situación administrativa regular e irregular tampoco existe, pues un alquiler sin padrón ronda los 750 euros al mes; y, finalmente, la ley que obliga a las personas a empadronarse en el lugar que habitan tampoco se cumple, pues la sociedad vasca demanda cuidados internos en sus domicilios, pero sin empadronar a dichas trabajadoras. «Nosotras vivimos aquí, en Txirbilenea, de manera temporal hasta que conjuntamente podamos encontrar una solución al problema de la vivienda. Sabemos que no son las condiciones idóneas, pero venimos trabajando para mejorar cada vez las condiciones para poder habitarlo», han explicado estas mujeres que «organizadas» han advertido que son «más de 300 mujeres en lucha por la erradicación del empleo de hogar interno» y en resistencia ante «la violencia laboral y racista».
Finalmente, cabe mencionar que Txirbilenea Kulturgunea es un espacio okupado autogestionado por parte de un grupo de personas de Sestao desde el año 2012. En él, se han realizado «infinidad de actividades sin ánimo de lucro», talleres, jornadas, conciertos, encuentros… convirtiendo el lugar en «un espacio referente para el entorno». Además, miembros de Txirbilenea colaboran en programas de participación ciudadana del Ayuntamiento sin que se les tenga en cuenta. Del mismo modo, llevan más de dos años esperando una respuesta por parte del Ayuntamiento respecto a la solicitud reiterada de reunión para discutir lo referente al edificio, más ahora que este es de su propiedad.
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