Desde Extinction Rebellion Euskal Herria vemos con preocupación cómo las políticas hacia la transición ecológica se están haciendo al margen de la ciudadanía. Esto sucede a pesar de los compromisos adquiridos por el Gobierno Vasco y por el Gobierno Foral de Navarra, con motivo de la declaración del estado de Emergencia Climática hace ya casi un año.
Por otro lado, la Asamblea estatal que prepara el MITECO para este otoño llega tarde y presumiblemente se convertirá en un mero simulacro de participación ciudadana. Por este motivo, XR exige al Gobierno de Euskadi que siga los mismos pasos que otras regiones europeas y se constituyan inmediatamente las Asambleas Ciudadanas Climáticas verdaderas, vinculantes y visibles para abordar los pasos a seguir tras la declaración de emergencia climática, siguiendo las recomendaciones de:
– El informe Alston para el Consejo de Derechos Humanos de la ONU: publicado en 2019, estableció que el calentamiento global no sólo socavará los derechos básicos a la vida, el agua, la alimentación y la vivienda de cientos de millones de personas, sino también perjudicará gravemente la democracia. Alertando de que los derechos humanos “no sobrevivirán a las revueltas que se avecinan”, recomienda a los gobiernos “dejar de dar pasos en la dirección equivocada” e integrar la ciudadanía activamente en la toma de decisiones para impulsar cambios de gran magnitud.
– El informe ‘Catching the democratic wave’ de la OCDE remarca que la participación directa de los ciudadanos en la toma de decisiones es la única herramienta disponible para hacer frente a la magnitud del desastre ambiental y evitar, al mismo tiempo, que la crisis climática acabe con los derechos más elementales.
Asambleas Ciudadanas: democracia en acción
La democracia representativa tradicional ha demostrado no estar a la altura de la emergencia climática y ecosocial que afrontamos. Suspende en pluralismo, en eficiencia, y nos está conduciendo al colapso con sus reuniones, sus aplazamientos y su inacción. Muchos son los factores que bloquean los cambios urgentes que necesitamos para vivir: dependencia de intereses, corrupción, lobbies, puertas giratorias, lógica de partidos… Necesitamos abrir la democracia.
Las Asambleas Ciudadanas son un mecanismo clave (como los jurados populares), que además de amplificar la democracia, permiten liberar la inteligencia colectiva, poniéndola al servicio del bien común. Ayudan a romper la inercia y el bloqueo de un sistema hasta ahora inactivo hacia la emergencia climática y que nos conduce a la extinción. Se trata de una representación realista y justa de la sociedad que, a través de recomendaciones informadas, discutidas y deliberadas, propone soluciones a los acuciantes problemas de nuestra sociedad y ofrece instrucciones para su puesta en marcha a los gobiernos.
Asambleas ciudadanas en Europa
A lo largo de 2020, dos asambleas ciudadanas -constituidas una en Francia y otra en el Reino Unido, han ultimado su cometido proponiendo a sus respectivos gobiernos políticas con las que tratar la crisis ecológica, sanitaria y social. Así, por ejemplo, Clement Sénéchal, responsable de Greenpeace Francia, reconocía que las Asambleas ciudadanas climáticas representan una evolución decisiva de la lucha climática y cualquier intento de los gobiernos y autoridades locales para echarse atrás sería “una gravísima agresión democrática”. Según Sénéchal, “sólo podemos contar con la ciudadanía para evitar el desastre y para tener la valentía que los responsables políticos no tienen”.
Por Extinction Rebellion Euskal Herria