Para lograrlo reivindican la equiparación inmediata de las pensiones mínimas al salario mínimo interprofesional, actualmente establecido en 950 euros. Esta medida supondría un paso firme para acabar con la injusta y discriminatoria brecha de género, que penaliza a las mujeres, sobre todo a las viudas.
En la actualidad, y aún con la subida del 1,8% a las pensiones no contributivas, una mayoría de mujeres pensionistas están por debajo del umbral de la pobreza. Mujeres viudas, que no han podido finalizar su carrera laboral por dedicarse al cuidado de hijos y demás familiares, por lo que sus cotizaciones son insuficientes. La imprescindible tarea de los cuidados no se considera “trabajo”. Nunca ha sido remunerada, en consecuencia, no computa como tiempo productivo cotizado. En estos momentos la brecha entre hombres y mujeres en el cobro de las pensiones es de un 35% menos en las mujeres. La responsabilidad corresponde a los diferentes gobiernos, sean del signo que sean, al permitir que las mujeres sean contempladas como ciudadanas sin plenos derechos.
Esta situación de desigualdad, aseguran, viene provocada además por el trabajo precario, que penaliza a las mujeres, por el denominado “techo de cristal”, que dificulta su promoción profesional e incluso por los planes privados de empleo (EPSV) que intensifican las desigualdades favoreciendo con desgravaciones fiscales a quienes cobran rentas altas. En estos casos tienen un gran nivel de responsabilidad los sindicatos que negocian con gobiernos y empresarios las condiciones laborales. “Nos referimos a CCOO y UGT a nivel estatal, también a ELA y LAB en Euskadi”, precisan. La actual situación supone un grave perjuicio para toda la clase obrera, teniendo mayor incidencia en las mujeres y en la juventud, al soportar mayor número de contratos parciales, con trabajos peor retribuidos. Todo ello conlleva un recorte en las pensiones públicas y dependencia de las ayudas sociales, siempre insuficientes para llevar una vida digna.
Por todos estos motivos, la Coordinadora de Pensionistas de Bizkaia CPB/BPK junto a pensionistas de todo el Estado se han movilizado este 1 de marzo, para exigir la eliminación de “una lacra tan vergonzosa” como es la brecha de género. Es su voluntad seguir defendiendo unas pensiones públicas suficientes, porque es algo por lo que han trabajado gran parte de su vida y constituye además, un derecho humano irrenunciable.