Por Laura Fontalba
Ayer, el movimiento de pensionistas, concentrado ante el Ayuntamiento de Bilbao, hizo un llamamiento a participar en las convocatorias que se realicen el 3 de marzo, para exigir justicia para las víctimas del franquismo y condiciones de vida y trabajo decentes para todas las personas.
Estas movilizaciones surgen en recuerdo de los acontecimientos del 3 de marzo de 1976, cuando se convocó una huelga general en Vitoria-Gasteiz para dar apoyo a las más de seis mil trabajadoras y trabajadores que llevaban dos meses de huelga. A pesar de que fue una convocatoria pacífica en la Iglesia de San Francisco, la policía franquista, con ánimo de disolver la asamblea, disparó más de 2000 balas, asesinó a cinco trabajadores e hirió a más de un centenar de personas. La Asociación de Víctimas del 3 de marzo, creada hace 25 años, ha sido la encargada de mantener activa la lucha para hacer justicia por lo ocurrido.
Cada lunes y desde hace seis años, el movimiento de pensionistas reivindica un Sistema Público de Pensiones, con una pensión mínima de 1080 euros en catorce pagas y la revalorización de las pensiones conforme al IPC real. «Si hay algo que hemos aprendido las personas pensionistas, después de años de luchas y experiencias, es que bajo el capitalismo ninguna conquista es ni suficiente ni permanente, y por eso hay que seguir peleando y convergiendo con otras luchas», aseguraba el movimiento, que, en este sentido, la lucha del movimiento contra la privatización de servicios públicos esenciales (como la sanidad) o el movimiento feminista, que exige medidas contra la violencia machista, políticas de cuidados públicas y de calidad; así como terminar con la brecha salarial y en pensiones.
Es por ello que, el próximo 3 de marzo, pensionistas participarán en las convocatorias que se realicen con sus pañuelos al cuello, porque aunque aún no se hayan juzgado los crímenes franquistas y aunque aún exista un «muro de impunidad» levantado durante la época de la Transición, gracias a la Asociación de Víctimas y la mayoría sindical vasca, cada tres de marzo, se mantiene vivo el recuerdo de lo ocurrido y se recoge el acontecer de todas las luchas obreras exigiendo justicia.