Por Eje Antirracista 8M Bilbao: Queremos denunciar las distintas violencias ejercidas sobre los cuerpos y las vidas de nosotras* (mujeres, lesbianas, bolleras y trans) migradas y racializadas como resultado de un sistema capitalista, colonialista, racista y heteropatriarcal. Muchas estamos aquí por un sistema global colonialista e injusto que recurre a mecanismos de violencia y, en último término, a la guerra para el control de nuestros cuerpos y territorios. Sistema que mantiene a nuestros países y pueblos empobrecidos y explotados, y que nos explota también una vez aquí, como es el caso de las hermanas temporeras y las trabajadoras de hogar internas.
A las gitanas, que llevamos siglos en estas tierras, nos discriminan y marginan de forma cotidiana, agrediéndonos tanto institucional como socialmente.
Sin embargo, no somos seres vulnerables, son las instituciones las que nos sitúan en situaciones de vulnerabilidad. Ejemplo de ello es el Gobierno Vasco a través de Lanbide, donde no se reconocen nuestras trayectorias e intereses laborales y profesionales, segregándonos a trabajos precarizados. Son también las Instituciones Vascas las que no están responsabilizándose de mitigar las consecuencias de la aplicación de la ley de extranjería, que entre otras cosas nos condena a permanecer tres años como mínimo sin papeles, obligándonos a trabajar en B en los puestos más precarios sin ningún derecho.
No tenemos una asistencia sanitaria en igualdad de derechos, para tener tarjeta sanitaria nos piden un padrón. ¿Quién nos empadrona? Nos vemos también expuestas a redadas policiales y control racial en las calles. Cuando queremos alquilar una vivienda nos encontramos con enormes dificultades por nuestra procedencia étnica. Nos acosan en los comercios y centros comerciales, tomándonos de antemano como delincuentes basándose en estereotipos racistas. Los bancos nos niegan la apertura de cuentas con nuestros pasaportes, lo que nos impide acceder a servicios bancarios y derechos básicos. Soportamos la mirada estereotipada y desconfiada de las instituciones y la sociedad vasca, que nos somete a un control, infantilización y fiscalización permanentes. Una mirada que además animaliza, exotiza y sexualiza nuestros cuerpos.
Esta situación de desprotección y aislamiento hace que, en ocasiones, cuando vivimos abusos racistas y machistas, no podamos denunciar por miedo a las consecuencias: el despido, el CIE o la deportación. Ante esta realidad, denunciamos y decimos BASTA a la miradas y prácticas racistas, antigitanas y machistas de las instituciones y la sociedad que nos mantienen empobrecidas, explotadas, excluidas y criminalizadas*.
Hoy lo gritamos alto y claro: ¡con papeles o sin papeles todas tenemos los mismos derechos! Porque migrar no es un delito. Exigimos el respeto a la libre circulación de las personas, derogación de la ley de extranjería, cierre de los CIES y el fin de las deportaciones y devoluciones en caliente. A las Instituciones Vascas les decimos que somos parte de esta sociedad y les exigimos esfuerzos y recursos para luchar contra el racismo. Porque el racismo mata y lo sabemos bien. No nos olvidaremos de Lucrecia Pérez, Maureen Ada Otuya, Ada Samba Martine, Marielle Franco…
Nos solidarizamos también con las personas solicitantes de asilo que se encuentran en las fronteras de acceso a la Unión Europea desde Turquía, y denunciamos la violencia a que se están viendo sometidas por parte de Grecia con la complicidad de la Unión Europea.
¡Somos muchas, diversas y poderosas! ¡ORGANIZACIÓN Y LUCHA FEMINISTA!