Por: Laura Fontalba
Hosteleros y hosteleras vascas se han concentrado frente al Ayuntamiento de Bilbao para reclamar medidas que les ayuden a afrontar la nueva restricción impuesta por el Gobierno de cerrar el sector.
El mismo día, Urkullu ha comparecido al respecto en el Parlamento Vasco. El lehendakari ha asegurado que ha retrasado todo lo posible el cierre de la hostelería porque esta «no es culpable», pero se debe evitar la transmisión social de la enfermedad. Lo ha definido como una situación «dolorosa» para la que promete que el Gobierno buscará solución. Aunque no de la forma que exigen los y las hosteleras, pues, desde el propio Gobierno Vasco, han augurado que tendrán futuros «problemas» con el sector al no asumir el rescate de 187 millones de euros que reclaman. El Consejero de Turismo también ha afirmado que la cifra exigida «no se ajusta a la realidad» y que, de hecho, los planes de ayuda actuales no llegan «ni a la mitad».
Urkullu ha respaldado sus decisiones tras la necesidad de «anteponer la salud pública y evitar el colapso de los hospitales». Mientras tanto, el último programa de ayudas aprobado esta semana establece el tramo entre 3.000 y 4.000 euros, lo que el presidente de la Cámara de Comercio de Bizkaia, José Ángel Corres, ha tachado de «insuficiente» para un negocio.