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«En una sociedad racista no basta con no ser racista. Hay que ser antirracista”

Cuando te invitamos a participar activamente en la Manifestación del día 21 de marzo, te invitamos también a reflexionar sobre el racismo y afrontarlo, a llenar las calles de Bilbao para que muestres tu indignación y defiendas el derecho a una vivienda digna para todas las personas y a la vida sin discriminaciones, sin racismo.

2021-03-14T10:56:08+01:0014 marzo 2021|Bilbao, Coronavirus, Inmigración, manifestación, Racismo, RegularizacióN Ya Bizkaia|Comentarios desactivados en «En una sociedad racista no basta con no ser racista. Hay que ser antirracista”

Artículo de opinión «Del racismo y otras pandemias». Por Elena Bezanilla de SOS Racismo Bizkaia.

Hace un año, el 14 de marzo de 2020, el mundo se paró por la pandemia. Sin embargo, el colonialismo y el racismo no pararon. Más allá de la discriminación que se reconoce con esta lacra, se encuentra una gran historia de expropiación de recursos de esclavitud e inferiorización de poblaciones originarias, y de subalternización de comunidades enteras (gitanas, moras, etc.-) no solo exteriormente sino, dentro de las propias fronteras europeas, la cual se mantiene presente en todos los ámbitos de nuestra sociedad. Como dice Achille Mbembe el capitalismo tiene como función genética la producción de razas, que son clases al mismo tiempo, y éste siendo racista (y patriarcal) sigue organizando el mundo en jerarquías que establecen que unas vidas valen más que otras. 

El 14 de marzo de 2020, el mundo se paró por la pandemia, pero antes de esa fecha ya habían surgido bulos racistas y mensajes de incitación al odio hacia personas de origen asiático. En el mismo contexto, una familia gitana de Karrantza, ante la total inacción del alcalde, denunció un audio llamando al linchamiento por parte de algunos vecinos que les acusaban de contagiar el virus. 

Una vez instaurado el Estado de alarma, en un contexto de fuerte presencia policial e incluso militarización de barrios enteros, llegaron numerosas quejas sobre controles de identidad por perfilación étnica o racial, los cuales criminalizan a colectivos enteros, siendo estas prácticas discriminatorias además de injustas, constituyendo el elemento más básico del racismo institucional. Una identificación por perfil étnico fue el origen de diversos casos de brutalidad policial como el que denunció SOS Racismo Bizkaia junto a 45 organizaciones sociales por la agresión policial que sufrieron una mujer magrebí y su hijo en el barrio San Francisco de Bilbao. A día de hoy, nada se sabe del resultado de la investigación que la Consejera de Seguridad prometió realizar.

Durante el confinamiento, las personas racializadas que trabajan en el sector de la venta ambulante, se vieron afectadas de manera desproporcionada. La plataforma mantera Mbolo Moye Doole y otros colectivos racializados y migrantes a duras penas lograron sobrevivir gracias al apoyo de las cajas de resistencia. El trabajo de los cuidados y del hogar siguió recayendo en su mayoría en mujeres migradas que continúan sin recibir ningún tipo de ayuda, a pesar de su trabajo esencial, sin embargo aún siguen sufriendo violencias estructurales como: la explotación laboral, la losa de la ley de extranjería y en algunos casos violencia sexual. Los colectivos de personas migradas y racializadas también están sobrerrepresentadas en ocupaciones de alto riesgo como la limpieza, la agricultura, el trabajo informal o la prostitución, además de tener mayores probabilidades de vivir en condiciones de densidad habitacional, exclusión sanitaria, marginación y de ser objeto de mayor control policial, encontrándose, por lo tanto, en una situación de desigualdad estructural.

Para contrarrestar, pocas semanas después del confinamiento, el colectivo estatal #RegularizaciónYa elaboró una carta firmada por más de 1500 organizaciones en la que demandaban una regularización urgente, permanente y sin condiciones para todas las personas migrantes tal como se había hecho en Portugal. A pesar de que la PNL no prosperó, el grupo #RegularizaciónYaBizkaia no ha dejado de funcionar y manifestarse para denunciar el racismo institucional y los obstáculos que enfrentan las personas migradas, como la dificultad de obtener citas en Extranjería, el miedo permanente de las expulsiones y la falta de voluntad política del Gobierno Español y del Gobierno Vasco para actuar contra una situación que deja a decenas de miles de personas en situación de ilegalidad y explotación laboral.

La muerte de George Floyd el pasado 25 de mayo a manos de un policía supuso un antes y un después en la lucha antirracista global desatando una oleada de revueltas que también llegaron a Bilbao en forma de manifestaciones contra el racismo institucional bajo el mismo lema: “las vidas negras importan”. El movimiento Black Lives Matter entiende que la represión policial no es sino la gestión securitaria de la pobreza y cuando habla de “abolir la policía” lo que demanda es que ese dinero se destine a programas y medidas de carácter social –sanidad, educación, redistribución de renta, etc–.

Este 21 de marzo, día Internacional Contra el Racismo y la Xenofobia, un año después del primer Estado de Alarma, el racismo sigue siendo pandemia en nuestras calles y barrios. Mas hoy,  queremos poner el acento en la vulneración del derecho a acceder a una vivienda digna para las personas que por origen etnico-racial o nacionalidad, son discriminadas y/o sentenciadas a vivir en condiciones inhumanas y sin derechos.

Denunciamos que el incumplimiento del derecho al padrón por parte de los ayuntamientos condena a muchas personas a pagar por ello o a sobrevivir sin los derechos fundamentales a los que abre la puerta el padrón como: la sanidad, la educación o la protección social.

Denunciamos la discriminación que sufren las personas inmigrantes que solo por el hecho de, telefonear con un acento extranjero, o con un uso limitado de la lengua reduce las posibilidades de alquilar y si en un caso “positivo” la alteridad no se ha notado en ese intercambio telefónico, puede ser en la visita al piso donde se activan las alertas hacia el otro por su condición racializada o perteneciente a una minoría étnica. Entendemos que la problemática no se queda solo en el acceso a la vivienda, sino que las condiciones de permanencia, están ligadas estrechamente a esta mirada discriminatoria. Denunciamos el sabotaje o muchas veces la desigualdad de trato cuando desde el plano al acceso al alquiler, a una persona migrada o racializada, se le pide mucha más documentación que a una persona nacional o “blanca”, o contratos indefinidos, más avales, más garantías, más documentación, en ocasiones se les engañan diciendo que la vivienda está ocupada, o se les introducen cláusulas abusivas en los contratos. Denunciamos que el derecho a la vivienda también lo vulneran las Inmobiliarias y las personas propietarias que discriminan a las personas racializadas e inmigrantes estableciendo un trato desigual y discriminatorio a la hora de alquilar una vivienda.

Por todo ello, cuando te invitamos a participar activamente en la Manifestación del día 21 de marzo, te invitamos también a reflexionar sobre el racismo y afrontarlo, como dice Angela Davis «En una sociedad racista no basta con no ser racista. Hay que ser antirracista”. Por lo que te invitamos a llenar las calles de Bilbao para que muestres tu indignación y defiendas el derecho a una vivienda digna para todas las personas y a la vida sin discriminaciones, sin racismo.

 “El racismo me deja sin techo”. “Derecho a la vivienda para tod@s”

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