Consideramos que si hasta la fecha este conflicto laboral y social no se ha solucionado es, lisa y llanamente, porque somos mujeres. La discriminación que sufrimos las mujeres no solo se da en el día a día en las condiciones laborales y en otros muchos aspectos, sino también en la duración y sufrimiento del conflicto”.
ELA quiere denunciar que la discriminación que sufren, en un conflicto protagonizado en un 95% por mujeres, no sólo se da en las condiciones de vida y de trabajo, sino también en la duración y el sufrimiento de los conflictos.
Luego de varias protestas realizadas tras el 8 de marzo, las trabajadoras han llevado a cabo un acto frente de la Diputación Foral de Bizkaia, donde denunciaron por un lado el inmovilismo de la patronal y, por otro, el hartazgo ante la posición de la Diputación Foral de Bizkaia.
Una Diputación Foral de Bizkaia, que hace poco realizaba una propuesta de manera unilateral en materia de ratios, cuando hasta la fecha había manifestado que no era un ámbito de su responsabilidad sino del Gobierno Vasco, una propuesta que no supone una modificación de la situación actual ya que no va a propiciar que haya más gerocultoras en los centros residenciales.
Por otro lado, la propia Diputación plantea la prórroga de los pliegos de concertación otros tres meses, decisión esta que no favorece la solución del conflicto, pero mientras tanto sigue regalando dinero a las empresas por un servicio que no ofrecen y les manifiesta su intención de ofertar nuevas camas a costa de mantener unas condiciones de trabajo precarias.
ELA muestra su incredulidad ante una Diputación que no hace nada para solucionar el conflicto, a pesar de que la partida presupuestaria ha aumentado en más de 10 millones de euros respecto al del año 2016 en el ámbito de acción social.