Esta concentración se enmarca dentro los festejos por el 45° Aniversario del Día de la Unidad Nacional saharaui, 12 de octubre de 1975, una fecha muy señalada por todo lo que representa en el imaginario saharaui al estar estrechamente ligada con la construcción de la identidad nacional del pueblo saharaui y su hecho diferencial.
Esta concentración tiene lugar también en un momento que viene marcado por una serie de hechos que han querido denunciar como:
“Las fuerzas de ocupación vienen desarrollando una campaña de acoso, asedio, control de movimientos, detenciones arbitrarias, bloqueos domiciliarios y otras formas de presión, incluyendo amenazas de muerte y palizas callejeras de forma generalizada contra la población saharaui y especialmente contra las personas más destacadas en distintos ámbitos de la resistencia saharaui”.
Una escalada de violencia que aseguran solo es posible gracias a la complicidad de la Comunidad Internacional con el régimen dictatorial de Mohamed VI y a la pasividad de la Misión de las Naciones Unidas para el Referéndum del Sahara Occidental (MINURSO) cuyos miembros, denuncian que “contemplan impasibles” estas violaciones de los derechos humanos desde los vehículos con matrícula marroquí o acodados en la barra del bar del Parador, vigilado por fuerzas marroquíes.
Por otro lado, la cercanía del 10° aniversario del Campamento de la dignidad en Gdeim lzik y el hecho de que el último informe de Secretario General de la ONU no contemple avance significativo alguno en la búsqueda de una solución política justa y definitiva del conflicto saharaui, apostando, de hecho, por “perpetuar el actual statu quo”, se suman a esta escalada represiva.
En vista de lo anteriormente expuesto denuncian igualmente la complicidad del Gobierno español, al que señalan como “responsable directo de la población saharaui”, en su calidad de única potencia administrativa del Sahara Occidental reconocida por la ONU, y de la Unión Europea, aliada política y económica del régimen marroquí y hacen un llamamiento a las fuerzas políticas y a las organizaciones sociales en general, para que exijan de todas las instancias citadas, ONU, UE y Gobierno Español, una intervención urgente que ponga fin a la actual escalada de represión y para que aceleren los mecanismos que pongan fin a la ocupación ilegal del territorio y permitan al pueblo saharaui ejercer libremente su derecho a la autodeterminación y a la independencia.