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Ongi Etorri Errefuxiatuak pide abolir el acuerdo de Dublin para salvar el derecho al asilo

2019-05-25T19:54:40+02:0025 mayo 2019|Bilbao|Comentarios desactivados en Ongi Etorri Errefuxiatuak pide abolir el acuerdo de Dublin para salvar el derecho al asilo

Este sábado 25 de mayo, integrantes de la plataforma Ongi Etorri Errefuxiatuak han realizado en Bilbao un acto de apoyo a la Campaña Stop Dublin, para exigir la derogación del Reglamento de Dublín por “irracional, injusto y costoso porque genera graves violaciones del derecho de asilo y conflicto entre estados europeos”.

NOTA INFORMATIVA

Las personas exiliadas no pueden elegir el país en el que quieren solicitar asilo. El reglamento europeo conocido como «Dublín III» estipula que la solicitud de asilo debe examinarse en el primer país europeo donde se hayan tomado las huellas dactilares de la persona solicitante.

Como esas personas se encuentran principalmente en los Estados situados en la frontera sur de la Unión Europea (Italia, Grecia, España, Bulgaria…), allí es donde se registran sus huellas, de manera más o menos forzada, y, por lo tanto, se les aplica automáticamente dicho reglamento. Para responder a la «crisis migratoria», Europa ha optado por la creación de una auténtica crisis de la acogida.

¡El sistema de Dublín niega la solidaridad entre los Estados!
El Reglamento de Dublín no es una política de asilo. Permite los países del norte de Europa mandar de vuelta las personas que solicitan el asilo a todos los países del sur; que deben asumir la gestión de la casi totalidad de las solicitudes de asilo.

¡El sistema de Dublín perjudica gravemente el derecho de asilo!
Hoy en día, los países no han conseguido ponerse todos de acuerdo sobre un sistema europeo de asilo. Según la nacionalidad y el país donde se presenta la solicitud, la protección no es la misma. Así van rebotadas las personas que solicitan asilo hada los países de llegada donde las devuelven los Estados los cuales se convienen en cómplices en las expulsiones hacia países de origen de alto riesgo.

¡El sistema de Dublín es costoso, absurdo e ineficaz!
Los Estados gastan cada año millones de euros para controlar sus propias fronteras y devolverse la pelota uno.as a otro.as en cuanto a lo.as solicitantes de asilo, los cuales pueden pasar meses yendo de un sitio para otro. En Francia, en 2016, había así tantas personas devueltas como personas readmitidas a países acogidos procediendo de otros países. Todo el dinero gastado aplicando el Reglamento de Dublín podía ser empleado por una auténtica política de atención y acogida.

¡El sistema de Dublín perjudica gravemente la salud de las personas exiliadas! Se les aplican medidas punitivas para forzarlas aceptar su traslado: despojadas de las condiciones materiales de atención y de recursos, se quedan en la calle y se enfrentan a graves problemas sanitarias físicas y mentales.

¡El sistema de Dublín impide que las personas refugiadas se integren!
El procedimiento de Dublín alarga los plazos para poder solicitar asilo y obtener una protección internacional. Al cabo de largos meses sufriendo la angustia de la expulsión, vagando de un sitio a otro, o viviendo en la calle, ¿Cómo reconstruirse durablemente y emprender- un proyecto de vida?

Para salir de esta política inhumana, absurda, ineficaz y costosa, la persona que solicita asilo debe poder elegir el país en el que quiere presentar su solicitud. Por consiguiente, el Reglamento de Dublín debe ser abolido.

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