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Ex-alumnos de Salesianos Deusto que denunciaron abusos sexuales, exigen que la verdad no prescriba

2019-02-08T22:06:52+00:008 febrero 2019|Bilbao, Feminismo|Comentarios desactivados en Ex-alumnos de Salesianos Deusto que denunciaron abusos sexuales, exigen que la verdad no prescriba

Cientos de personas entre antiguos alumnos, familias o vecinos del barrio de Deusto en Bilbao, se han concentrado esta tarde en la plaza San Pedro para mostrar su rechazo hacia los abusos sexuales que, según denunciaron hace escasos días ante la Ertzaina, sufrieron algunos ex-alumnos a manos de varios profesores de Salesianos. La dirección de la institución por su parte, reconoce que se sabía de la existencia de estos abusos desde el año de 1989 y que no actuaron de manera suficiente, motivo por el que piden perdón.

Esta convocatoria se organiza desde un grupo de antiguos alumnos quienes han decidido dar su apoyo y solidaridad a los denunciantes, quienes son hasta el momento 20 personas. Y animan a ex-alumnos a seguir denunciando a través de este correo electrónico: apoyovictimassalesianos@gmail.com

COMUNICADO “SE ACABÓ EL SILENCIO”

Buenas tardes. Somos un grupo de personas que, durante estos días, hemos puesto en conocimiento de la policía, de la autoridad judicial y de la sociedad los abusos y agresiones sexuales y físicas que padecimos, siendo niños, desde finales de los setenta hasta finales de los ochenta, en el colegio de los salesianos de Deusto, por parte del ex salesiano José Miguel San Martín Unamuno.

En primer lugar queremos agradecer vuestra presencia y vuestras muestras de apoyo y cariño después de tantas décadas sintiéndonos solos. Todos sabíamos que no éramos los únicos. Lo intuíamos. Pero la vergüenza, el miedo y la culpa se han ocupado de imponernos la ley del silencio. Estos son los sentimientos fundamentales que nos han acompañado durante todos estos años: soledad, miedo, vergüenza y culpa. Muchos de nuestros familiares se están enterando estos días de lo ocurrido, y también se sienten muy culpables por no haberse dado cuenta de lo que estaba sucediendo. Queremos expresaros nuestra gratitud por vuestra comprensión. No tenéis culpa de nada. Aquí los culpables son otros.

El cinco de enero uno de nosotros tuvo la valentía de contar ante un medio de comunicación su terrible experiencia. A partir de ahí nos fuimos encontrando y apoyando mutuamente en este paso de denuncia. SE ACABÓ EL SILENCIO!!!

Nos mueve y nos hiere pensar que puede haber víctimas más recientes que nosotros. Quizás alguien que ha participado en esos campamentos de verano del Grupo Aldekoa, y está asustado o asustada, sin comprender qué ha sucedido. Si esto es así, queremos decirte a ti y a tus padres que lo que te ha sucedido es horrible, que quizás el crimen que has sufrido no esté prescrito y que, por supuesto, cuentas con todo nuestro cariño y apoyo incondicional. Desde aquí, te animamos a denunciar. Si, en última instancia, la justicia no pone las cosas en su sitio, será la sociedad quien lo haga, y por eso estamos aquí. SE ACABÓ EL SILENCIO!!!

También nos mueve la sed de verdad. Porque la verdad nos está quitando un gran peso de encima. “Con cada tecla del ordenador que pulsaba el agente instructor, sentía cómo me iba liberando”, -decía uno de nosotros después de dos horas de declaración ante la policía-, reviviendo lo ocurrido, reabriendo la herida. Queremos saber la verdad. Limpiar. Ventilar la habitación y que entre el aire fresco. De alguna manera, dar a conocer la verdad y que se reconozca, sin excusas ni ambigüedades por parte de nadie, contribuye a reparar nuestro daño y el daño que esto hace a toda la sociedad. Por eso a todos los que habéis desenterrado vuestra historia a través de nuestro testimonio, os animamos a denunciar los hechos ante la policía y a darlos a conocer. SE ACABÓ EL SILENCIO!!!

También nos ha tocado sentirnos cuestionados. A quienes os preguntáis por qué sacamos esto después de tantos años y no lo denunciamos en su día, os queremos contar algo muy sencillo de entender y muy duro de vivir: éramos niños, nos robó la infancia y eso deja una huella imborrable de la que hemos tratado de defendernos queriendo olvidar, tapar y enterrar. Somos supervivientes. Queremos empezar a vivir. SE ACABÓ EL SILENCIO!!!

Nos sentimos muy dolidos, tristes y decepcionados con la institución salesiana. Estos días hemos tenido testimonios conmovedores y desgarradores de algunas madres y padres que, con mucha valentía, acudieron a vosotros, salesianos, para denunciar lo que les estaba pasando a sus hijos. Unas no viven para contarlo, otras nos han dado su testimonio decidido. Desde aquí nuestro más sentido y agradecido homenaje a vosotras que disteis la cara por nosotros y nos defendisteis. Desde aquí también nuestro reproche a los salesianos. La ambigüedad nos hiere. Nuestros padres depositaron su confianza en vosotros. Nos merecemos claridad y contundencia, no solo respecto a las medidas que debéis tomar para que esto no vuelva a suceder, sino también respecto al reconocimiento de la verdad: teníais conocimiento de los hechos y corristeis un tupido velo. Sin reconocimiento pleno de la verdad el arrepentimiento no es creíble y la reconciliación es muy complicada. SE ACABÓ EL SILENCIO.!!!

Queremos hacer también un llamamiento a los políticos y a quienes tienen responsabilidad a la hora de legislar. La infancia es la cara más vulnerable de la sociedad. Todos y todas, pero vosotros en especial, tenéis el deber de proteger a nuestros niños y niñas. ¿Qué tipo de sociedad puede permitir que este tipo de delitos se queden sin castigo? Queremos que sepáis que nuestro dolor no prescribe. Es para siempre. Pedimos con fuerza desde aquí un cambio legislativo claro y nítido, para que estas aberraciones no prescriban y tengamos la posibilidad de defendernos de aquel que, cuando éramos niños, se aprovechó de nuestra indefensión. SE ACABÓ EL SILENCIO!!!

Queremos decir una última cosa más. Sabemos que últimamente las víctimas de pederastia en el seno de la iglesia estamos en el centro de la actualidad informativa. Y no es para menos. Sin embargo, desde aquí queremos manifestar nuestra solidaridad y cariño al resto de víctimas de abusos sexuales en la infancia, que sois la mayoría. Aquellas, mayoritariamente niñas, que sufrís y habéis sufrido esta barbaridad en el seno de vuestras familias o círculos más cercanos de confianza. Sois muchísimas y muchísimos. Y solo se conoce la punta del iceberg.

Desde aquí lo denunciamos y nos ponemos a vuestro lado porque solo unidas y unidos podemos curar nuestras heridas y evitar que otras y otros las sufran.

¡¡¡SE ACABÓ EL SILENCIO!!! LA VERDAD NO PRESCRIBE.

Haurren kontrako sexu indarkeriaren aurrean inpunitaterik ez!

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