Por: Laura Fontalba
El grupo de hosteleras y hosteleros Bizkaiko Tabernariak vuelve a manifestarse en Bilbao, como cada semana, para denunciar que el sector continúe cerrado desde el pasado 1 de noviembre y la falta de ayudas que están recibiendo por parte de las instituciones, que les convierte en uno de los sectores más afectados por la pandemia.
El colectivo, que se creó con la intención de recoger información, evaluar la situación e intentar dar respuesta a las personas que contactan con este, pide «justicia» en sus manifestaciones, puesto que no comprende la dureza de las restricciones aplicadas sobre su sector.
Ante la falta de ayudas para hacer frente a los gastos fijos, la plataforma exige un plan de indemnizaciones, porque los préstamos de bajo interés ICOS o de interés 0 Elkargi, que a algunas personas ni se les conceden, no son suficiente. Desde el colectivo han explicado que los gastos fijos de un bar, de un empleado a diez o más empleados, están entre los 3.000 y 20.000 euros mensuales.
Concretamente, son gastos fijos: el alquiler del negocio (1.000 a 8.000 euros), el préstamo de hipoteca para la compra del negocio (1.000 a 5.000 euros), el préstamos para acondicionamiento, traspasos o fianzas de negocios (500 a 5.000 euros); cuotas fijas de suministros, luz, agua, gas, seguro, telefonía, alarma, prevención de riesgos laborales, protección de datos, SGAE, etc. (400 a 1500 euros); asesoría (100 a 600 euros); cuotas de autónomos, seguridad social, aplazamientos de IRPF, etc. (300 a 10.000 euros); y adelantos y préstamos del personal, que no pueden vivir con el 70% de su sueldo ni, mucho menos, estar un mes sin cobrar.
La agrupación ha llevado la manifestación desde Abando hasta la sede del PNV, el consorcio de aguas y la torre Iberdrola, dos empresas a las que consideran cómplices de la situación injusta que están viviendo, pues buena parte de los gastos fijos dependen de ellas. Por eso, la hostelería de Bizkaia les ha pedido «decencia, empatía y solidaridad», y que esta «ronda» la paguen ellos.