Más de un centenar de personas se han concentrado en el ayuntamiento de Bilbao para mostrar su apoyo a la víctima de la llamada “Manada de Manresa”. Tal y como se conoce al caso de violación múltiple que se produjo en 2016 y en el que 6 jóvenes están acusados de abusar sexualmente de una joven de 14 años. La convocatoria surgió en las redes sociales y más de 272 localidades de todo el estado se han sumando nuevamente al grito de “No es abuso, es violación”. En Bilbao la convocatoria fue lanzada desde la Asociación Feminista Gafas Moradas.
COMUNICADO
Las jaurías han existido siempre, hombres misóginos y llenos de odio que han tenido o han creído tener el poder de hacer, mediante la fuerza o intimidación, lo que han querido con una mujer, como si de un objeto se tratara, sin su consentimiento. El sistema y la justicia, todo un poder masculino y machista, lo ha amparado y ellos han campado a sus anchas. Se empezaron a llamar manadas un 7 de julio de 2016, día en el que cinco energúmenos violaban a una joven en sanfermines. Desde ese día, con el beneplácito de los jueces que dieron rienda suelta a que ello sucediera, han aparecido (al menos visiblemente) más de cien manadas en el estado español.
El 29 de octubre de 2016 una niña de 14 años es violada por 7 hombres en Manresa. Al no tener luz, varios encienden las linternas para no perderse detalle. Estos 7 violadores acuerdan violar a la niña cada uno de ellos durante 15 minutos y “rápido, que hay turnos, no tardes, que me toca a mí”
Durante una hora y media la niña es violada por 6 hombres y otro se masturba mientras observa.
Después de que Tribunal Superior de Justicia de Navarra había impuesto nueve años de cárcel por abusos sexuales a la manada de Sevilla, el Tribunal Supremo, por fin, elevó la condena hasta los 15 años de prisión, al considerarlos culpables de un delito continuado de violación, revocando así la sentencia del tribunal superior. Las feministas pensamos que sería un precedente y crearía jurisprudencia. Nos equivocamos.
En el caso de Manresa, la fiscalía pide que se condene por abuso y no por violación. De nada ha servido la sentencia del 21 junio, las mujeres y las niñas nos seguimos viendo desprotegidas y amenazadas bajo un sistema y una legislación patriarcal. En la judicatura y, por desgracia, también en la sociedad, muchos siguen pensando que si no hay violencia física no hay violación. Si se hubiese defendido habría terminado como Nagore, asesinada y descuartizada. No ven intimidación en el hecho de que siete violadores (o cinco o tres o dos) aprovechando su superioridad numérica y física hagan con una niña o con una mujer lo que quieran. Hay muchas manadas en este país y muchos que amparan y protegen a esas manadas. La judicatura y la fiscalía están llenas de misóginos que ven jolgorio donde hay una violación.
Señores jueces, señores fiscales, sois cómplices.
¡No es abuso, es Violación!
