Las colillas de los cigarrillos están en todas partes y son un residuo tóxico para el medio ambiente. Contaminan el agua de ríos y mares (afectando a toda la cadena alimenticia, inclusive a nosotros los humanos), son causa de más del 50% de los incendios (matando animales y bosques) y además ensucian nuestras calles.
Desde Nasti de Plastic-Bizkaia y Bilbao NMCS han organizado una recogida de colillas en Bilbao que ha arrancado a las 11:00 horas desde el Sagrado Corazón y que ha recorrido toda la Gran Vía hasta llegar al Ayuntamiento de Bilbao en donde han levantado la “montaña de la vergüenza” con las más de 25.000 colillas de cigarrillo que han recogido en apenas 2 horas.
Si se llevara a cabo una recogida de estas características durante todos días del año, se recogerían 9.125.000 colillas, evitando contaminar 456.250.000.
Esta iniciativa por la conservación del medio ambiente forma parte de la campaña internacional “No más colillas en el suelo” y se ha realizado simultáneamente en países como Ecuador, Argentina, Países Bajos, México, Polonia, etc…y muchas ciudades del estado español. Y que aquí en Bilbao ha sido posible gracias al apoyo de colectivos como Fridays for Future-Bilbao, Greenpeace, Ekologistak Martxan, Madre por el Clima, Fundación Lur Gaia y la Asociacion Gaude.
Si una única colilla contamina 10 litros de agua salada o 50 litros de agua potable estos datos son más que suficientes y alarmantes para actuar ya, los recursos naturales son cada vez más escasos.
Cada año se consumen 6 billones de cigarrillos, de los cuales un 64% acaba en las calles, parques, ríos, bosques o playas.
Los filtros de las boquillas de los cigarros acumulan parte de los componentes nocivos del tabaco y suponen una grave amenaza para la biodiversidad.
Países como Australia, Nueva Zelanda, Venecia o París tienen papeleras específicas para colillas y se ponen multas específicas para quien las tira al suelo.
En Bilbao, se instalaron papeleras cenicero en el año 2006 y se regalaron ceniceros portátiles. Han pasado 13 años y seguimos con la misma problemática.
Recordemos también que la calidad de las aguas marinas depende de la vida o muerte de muchas especies y de nuestra propia subsistencia.
