Un día como hoy, jueves 9 de abril de 2014, hace 8 años ya, murió Iñigo Cabacas Liceranzu o “Pitu”, como le llamaban afectuosamente sus amigos y amigas. Un jueves “santo”, Iñigo falleció en el Hospital de Basurto 4 días después de que fuese impactado mortalmente en la cabeza por una pelota de goma de la Ertzaina, en el callejón de María Díaz de Haro, tras un partido de fútbol de semifinales entre el Athletic Club de Bilbao y el club alemán Shalke 04.
Aquella noche, miles de personas celebraban la clasificación de los leones a una competición europea, tras 35 años…Las calles estaban llenas de júbilo y alegría. Pudimos haber sido cualquiera de nosotros o nosotras, pero no, las órdenes de la Ertzaintza fue de “entrar con todo” y el disparo lo recibió Iñigo.
Desde entonces, FINA y MANU, la ama y aita de Iñigo, no han parado de exigir, VERDAD, JUSTICIA Y REPARACIÓN. Porque no volverán a ver la sonrisa de su hijo. Los amigos y las amigas de Iñigo no volverán a disfrutar de su amistad y camaradería.
Cómo puede ser que quienes tenían y tienen la responsabilidad de velar por la garantía de nuestros derechos, fuesen precisamente los que vulneraron el derecho a la vida de Iñigo. Y tras matarlo, en lugar de investigar para esclarecer lo sucedido y determinar las responsabilidades correspondientes, se hayan dedicado a poner obstáculos a quienes investigaban y denunciaban este homicidio, a la vez que trataban de proteger a los responsables. No podemos admitir que este homicidio quede sin resolver. Cómo puede ser…