Por: Laura Fontalba
Esta tarde ha tenido lugar el conversatorio organizado por Ongi Etorri Errefuxiatuak Bizkaia e Hika Ateneo de Bilbao sobre feminismo decolonial y prácticas antirracistas. Una charla que ha estado directamente relacionada con el documental que se proyectó ayer en Bilborock: «Descendents».
Flora Pozzobon (FeministAlde) ha sido la moderadora de este conversatorio en el que han participado Jeanne-Rolande Dacougna Minkette, activista feminista, investigadora y formadora; y Cony Carranza Castro, educadora popular feminista antirracista. Durante la charla se han abordado temas relacionados con la identidad, las situaciones racistas y las estrategias empleadas para hacerles frente, como son el antirracismo, el feminismo negro, el anticolonialismo, etc. Flora ha comenzado presentando la conversación desde la idea de que, en nuestra sociedad, parece existir un lugar para las personas racializadas; que marca dónde pueden estar y dónde no, la imagen que se tiene de estas y la apariencia que se les exige.
Cony ha explicado cómo las personas racializadas tienen que enfrentarse a una serie de preguntas que las vuelve extrañas ante nuestra sociedad. Todos los tópicos que se les asignan nacen del racismo que lleva a que sean personas continuamente cuestionadas, criticadas, sobornadas e incluso acosadas. Hace 15 años que Cony vive aquí y, aún a día de hoy, asegura que la fuerza de la ultraderecha y el clasismo persistente han llevado a que el racismo se acoja a otras nuevas formas, manteniéndose en el tiempo mediante diferentes grietas.
Jeanne, por su parte, asegura que estuvo tres años en una burbuja universitaria donde no se sentía fuera de lugar porque su labor era «ser estudiante». Sin embargo, una vez finalizó sus estudios, tuvo que hacerle frente a la realidad, mediante un trabajo profundo para entender, resignificar y posicionarse en la identidad de inmigrante y el encierro que ello supone. Ha explicado las tres palabras que definen la idea de lo que es una persona racializada: pobreza, no solo económicamente sino también de espíritu, una persona sin valores, capacidades, etc.; carencias, en cuanto a sus habilidades, competencias, etc.; y amenaza, por entender que son personas que vienen a generar un peligro.
Este racismo lleva a que, desde la ignorancia, autóctonos busquen una explicación de qué hacen las personas migrantes aquí, porque se da por hecho que no pueden ser de «aquí». Jeanne ponía de ejemplo una pregunta que, aunque inocente, resulta incómoda: «¿de dónde eres?». Cuando el tono de tu piel o tus características físicas hacen que la respuesta no sea la esperada: «¿y tus padres?». Una cadena de cuestionamiento a la espera de poder justificar que esa persona «no puede ser de aquí».
El racismo no es más que la ideología de superioridad y poder de un grupo sobre otro grupo. Se presenta en muchos ámbitos y de formas diferentes. Jeanne ha explicado algunos de ellos:
- Racismo institucional: todo lo relacionado con las leyes que, más que ayudar, deniegan el acceso a derechos. Algunos ejemplos son la Ley de Extranjería, que legaliza la discriminación al permitir que haya personas que deben esperar tres años para conseguir su documentación, lo que les deja a «merced de la explotación». Otro ejemplo son los Centros de Internamiento de Extranjeros (CIES), «cárceles» donde abundan los malos tratos y que son el pago desproporcional de llegar aquí sin papeles, pues no tener papeles es solo una infracción administrativa. El último ejemplo son las deportaciones, que ante la resistencia que opone la persona, en la actualidad, se ha pasado a la sedación para hacer el proceso más «cómodo».
- Racismo en los discursos políticos: mensajes de odio que son muy peligrosos, pues legitiman que el ciudadano de a pie tenga justificado su propio racismo.
- Políticas públicas asimilacionistas: discursos que imponen que la persona migrada deba adoptar la cultura del lugar en el que vaya a residir.
- Etnocentrismo: la idea de que «lo de aquí es lo único válido», donde no tiene cabida la diversidad.
- Racismo en el ámbito educativo: incluso dentro de los materiales escolares se encuentra discriminación hacia las personas migrantes; por ejemplo, en la continua reiteración de tópicos y prejuicios.
- La discriminación directa de agentes: destacan los controles por perfil étnico, totalmente injustificados, que alimentan los estereotipos y prejuicios que relacionan directamente a estas personas con la violencia sin necesidad de que hayan cometido realmente algún delito.
Jeanne ha asegurado que todas estas personificaciones del racismo impiden la convivencia y afectan a la autoestima de las personas que lo sufren. De hecho, Cony ha explicado, desde su experiencia personal y familiar, cómo el racismo en la educación -sobre todo en el paso de primaria a secundaria, la época adolescente en la que más influye la sociedad por estar construyendo nuestra personalidad- genera presión y cohibe a quien la sufre hasta el punto de hacer que el patio del recreo sea «una jaula».
La sociedad ha hecho del racismo «un monstruo bien estructurado» que obliga a quien lo vive a «hacerse pequeño para caber». Desde la infancia, en los ámbitos escolares, se observan desigualdades claras. Muchas personas se enfrentan a la obligación de cambiar sus costumbres y apariencia para poder encajar, pero, «¿cómo te construyes en una sociedad en la que no tienes referentes?», han terminado preguntando.
Estoy completamente de acuerdo , de este simposium . Se define muy claramente , todos los motivos , que se dan y algunas claves , para mejorar situaciones racistas , que ya vienen de lejos . Un dato : en el año 1960 , se llamaban a los emigrantes de otras regiones de España , un nombre claramente racista , porque tenían que venir al norte para subsistir .