Artículo de opinión de Elena Bezanilla. SOS Racismo / Bizkaiko SOS Arrazakeria
El pasado mes de septiembre, SOS Racismo Bizkaia junto con otros colectivos [1], decidimos poner en marcha la campaña de sensibilización “Silvia, no estás sola”. A través de movilizaciones y presencia en redes y medios de comunicación, se pretendía denunciar la grave vulneración de derechos humanos de carácter racista y machista que acompaña a este caso y exigir que el Gobierno Vasco retire la acusación.
El caso de Silvia destaca por ser objeto de una preocupante vulneración de derechos fundamentales a una mujer migrada y racializada. Su detención y posterior maltrato por parte de agentes de la Ertzaintza en 2018 hacen dudar sobre el compromiso de las instituciones vascas con los estándares internacionales en materia de Derechos Humanos.
Aparte de la falta de investigación interna, la contra acusación desmedida de 7 años de prisión para Silvia por parte del Gobierno Vasco parece más un abuso o un castigo que una acusación.
En una primera instancia, los magistrados rechazaron repetidamente el Protocolo de Estambul como prueba: un manual internacional de obligado cumplimiento con directrices médicas y legales para la investigación y documentación de la tortura. En el juicio que se iba a celebrar el 4 de octubre, la principal petición por parte de la abogada era precisamente que se admitiera como prueba el Protocolo de Estambul.
El 28 de septiembre, una representación de los colectivos organizadores de la campaña nos concentramos delante del Ayuntamiento de Getxo para denunciar la violenta actuación policial. Más tarde, en el pleno municipal, los concejales de Elkarrekin Podemos y EH Bildu presentaron y defendieron la moción que, entre otros puntos, pedía el compromiso de condenar la actuación policial contra Silvia y declarar Getxo como municipio contra la tortura y las actuaciones policiales racistas. Pedían además que este acuerdo se enviara a las instituciones vascas para mostrar su solidaridad hacia la vecina agredida por la policía y exigir que se detenga el proceso judicial en su contra.
Sorprendentemente, la moción fue aprobada con los votos a favor de los dos partidos que la presentaron, el voto en contra de PP y la abstención de PNV y PSOE. Unos acuerdos que supusieron una gran alegría por la batalla ganada y un pequeño avance en el camino de la reparación de Silvia. En cuanto a los acuerdos, hay que decir que las mociones que se aprueban en los plenos no son de obligado cumplimiento. Se utilizan como una declaración de intenciones, pero el equipo de gobierno municipal no tiene la obligación legal de cumplir lo acordado. ¡Vaya chapuza de sistema!
El 3 de octubre, hicimos una manifestación en Romo. A pesar de que llovió a cántaros, la marcha de ese día tuvo la energía colectiva del grito y la fuerza de las consignas “Silvia, ez zaude bakarrik / no estás sola”. Sabemos que la lucha contra el racismo y la violencia institucional y policial es dura, pero resistimos animosas a pesar de la climatología y gracias a la participación de todas las que allí estuvimos.
El 4 de octubre, día del juicio, se convocó una nueva concentración que tuvo un primer encuentro emocionante entre las congregadas y Silvia. Minutos después, los ertzainas que andaban por allí vinieron a amenazar con querellarse por el contenido de la pancarta “La Ertzaintza maltrata, el Gobierno Vasco tapa”. Ante la tensión ambiental, decidimos retirarnos. Una hora después, dentro del juzgado, los magistrados de la Audiencia Provincial decidieron admitir la prueba del Protocolo de Estambul tal como pedía la defensa. ¡Qué bueno! ¡Otra batalla ganada! ¡Otro logro para Silvia!
El juicio quedó suspendido hasta que la prueba fuera analizada por los jueces. Por lo mismo, la Fiscalía ha rebajado la acusación. El Gobierno Vasco, sin embargo, mantiene la petición de 7 años. ¿Es así como defiende la justicia y los Derechos Humanos? Al menos, admitiendo la prueba, se ha respetado un derecho fundamental que puede evidenciar que la policía cometió tortura en este caso.
Gracias a la movilización y a la presión mediática, Silvia ha podido sentirse un poco arropada frente a la violencia institucional y la brutalidad policial racista y machista. Los próximos días 30 y 31 de octubre volveremos a concentrarnos en Bilbao frente a los juzgados a las 9:15 de la mañana.
Para ese mismo día 30, SOS Racismo Bizkaia ha organizado una mesa redonda sobre el Protocolo de Estambul y los Derechos de las Personas Detenidas y el Reconocimiento Médico Forense en el salón de actos del Colegio de la Abogacía de Bizkaia.
Volveremos a repetir con todas nuestras fuerzas: Silvia, no estás sola / Ez zaude Bakarrik.
[1] Bilgune Feminista, Haziak, Mujeres con Voz, Ongi Etorri Errefuxiatuak, Elkarrekin Podemos y EH Bildu, con participación de Mujeres del Mundo