Más de un centenar de personas entre familiares y amigos de Iñigo Cabacas (Pitu), se han concentrado delante del palacio de Justicia de Bilbao, en los jardines de Albia, para exigir «verdad», «reparación» y «justicia», un día antes de que arranque el juicio por un pelotazo de goma que acabó con la vida del joven aficionado del Athletic Club de Bilbao en 2014.
En un emotivo acto, en el que las personas asistentes han colocado velas encendidas a los pies de una pancarta con la imagen de la madre (Fina) y el padre (Manu) de Iñigo, se ha pedido que se reconozca la “barbaridad cometida” con Pitu y que los responsables de su muerte “paguen” por ello.
MANIFIESTO “Iñigo Cabacas JUSTICIA”
Era el 4 de abril de 2014. El Athletic, tras eliminar al Shalke 04 y volver a clasificarse para una semifinal de una competición europea 35 años después, propició que miles de Bilbaínos, Bilbaínas y personas de todo Bizkaia llenaran las calles de Bilbao de júbilo y alegría. En esa se hallaba Iñigo, entre amigos, hasta que irrumpió un grupo de Ertzainas y comenzó a disparar balas de goma. Un ertzaina, apuntó hacia el sitio en el que estaba Iñigo, disparó una bala de goma y le hirió gravemente. Murió el 9 de abril, tal y como apunta la autopsia, como resultado del impacto de una bala de goma. Bala de goma cuyo uso está prohibido en la mayoría de países de Europa.
Su padre, Manu, y su madre, Fina, no volverán a ver la sonrisa de su hijo. Los amigos y las amigas de Iñigo no volverán a disfrutar de su amistad y camaradería. A Iñigo lo mataron. Del mismo modo, cualquiera podía haber sido la víctima mortal esa fatídica noche del 4 de abril, yo, tú, cualquiera… puesto que a Iñigo lo mataron por hallarse de celebración en la calle.
Quienes tienen el cometido de velar por la garantía de nuestros derechos, fueron precisamente los que vulneraron el derecho a la vida de Iñigo. Y tras matarlo, en lugar de investigar para esclarecer lo sucedido y determinar las responsabilidades correspondientes, se han dedicado a poner obstáculos a quienes investigaban y denunciaban este homicidio, a la vez que trataban de proteger a los responsables. No podemos admitir que este homicidio quede sin resolver.
No pedimos nada de otro mundo, simplemente pedimos el respeto de 4 principios que serían beneficiosos para todas y para todos:
– Verdad; que se reconozca lo sucedido.
– Justicia; para que los responsables hagan frente a sus responsabilidades sin ningún tipo de privilegio.
– Reparación a la familia.
– Garantías de que no vuelva a repetirse.