La comunidad de nicaragüenses autoconvocada en Euskadi “Lubaki Nika” ha realizado una vigilia en Bilbao para exigir al Presidente de Nicaragua, Daniel Ortega, que cese inmediatamente los secuestros por parte de la policía y libere a los y las presas políticas.
PRONUNCIAMIENTO
Desde el 18 de abril del año 2018 el gobierno de Nicaragua desató una campaña de represión hacia la ciudadanía que se manifestaba contra las reformas a la ley de la seguridad social, reformas realizadas unilateralmente en clara violación de los derechos laborales de la población. Para esta campaña el gobierno utilizó a las instituciones del estado como herramienta de represión que se tradujo en agresiones físicas, abuso de poder, excesivo uso de la fuerza, presencia de paramilitares que en coordinación con la policía nacional ejercieron secuestros masivos, detenciones ilegales y desapariciones forzadas, y más grave aún provocaron la muerte de más de 322 personas en los inicios de las protestas; en las que hubo uso de francotiradores y uso de armas letales para propósitos bélicos.
En la actualidad organismos internacionales como la Comisión Interamericana de DDHH, la oficina del Alto Comisionado para los DDHH de Naciones Unidas, Amnistía Internacional, la Organización de Estados Americanos, el Parlamento Europeo y el congreso de los EEUU han condenado la actuación del régimen y han emitido sanciones contundentes por los delitos de lesa humanidad confirmados por el mecanismo interdisciplinario de investigadores independientes que confirmaron los crímenes in situ.
En la actualidad el gobierno busca desesperadamente frenar el número considerable de sanciones dirigidas a los principales responsables de los crímenes empezando por el presidente de la república Daniel Ortega, la vicepresidenta y esposa de éste Rosario Murillo, el jefe de la policía y consuegro, así como los principales operadores políticos, responsables de dirigir la violencia estatal. En este intento de impunidad busca utilizar a cientos de presos y presas políticas como rehenes y piezas de cambio, acción que ha sido denunciada por algunas presas quienes han prometido al pueblo de Nicaragua mantenerse firmes en su lucha por una Nicaragua libre de dictadura.
La comunidad de nicaragüenses autoconvocada en Euskadi apoyamos el pronunciamiento del comité pro-liberación de presos y presas políticas de Nicaragua que exige la liberación de todas las personas detenidas ilegal y arbitrariamente por el régimen Ortega-Murillo en el marco del ejercicio de nuestro derecho constitucional, que en su artículo 54 establece que: “Se reconoce el derecho de concentración, manifestación y movilización pública de conformidad con la ley”.
Rechazamos de manera contundente la propuesta gubernamental que en su estrategia dilatoria pretende alargar por 90 días el sufrimiento, las torturas y vejaciones que sufren los y las presas políticas en los centros de detenciones.
Demandamos que las negociaciones no inicien hasta que se liberen a todos y todas las presas políticas como garantía de cumplimiento de los acuerdos. Ningún otro acuerdo puede ser legítimo en tanto no se dé la liberación total.
Demandamos la anulación de todos los procesos judiciales y que se establezca un mecanismo claro de liberación que cumpla con los estándares internacionales de DDHH.
Demandamos que la liberación se dé en base al seguimiento realizado por el comité de presos y presas políticas quienes contabilizan hasta la actualidad un total de 802 presos y presas de conciencia.
Denunciamos el hostigamiento, acoso y violencia contra los presos/as políticas y sus familiares por parte de la policía orteguista, grupos paramilitares y personas afines al gobierno.
Exigimos el restablecimiento de los derechos constitucionales, en especial el derecho a la manifestación cívica, libre movilización y expresión de todo el pueblo Nicaragüense. Exigimos el cese inmediato de los secuestros por parte de la policía orteguista.
Por tanto pedimos a la comunidad internacional continuar los procesos de sanciones dirigidas a los principales responsables de los crímenes de lesa humanidad para que estos no queden impunes y romper, de una vez por todas, el ciclo de la violencia en nuestro país.
