Tras un año de continuas negativas por parte del Ayuntamiento de Bilbao, familias, profesores, trabajadoras y alumnado de Tiboli Eskola (Escuelas Señora Viuda de Epalza), se han movilizado cacerolas en mano para reclamar una solución ante las aglomeraciones y situaciones de inseguridad que sufren diariamente al utilizar el único acceso del colegio.
Una sola puerta de entrada y salida por la que pasan 400 alumnos a la vez mientras madres y padres esperan hacinados en una estrecha acera de dos metros de ancho.