Por Laura Fontalba
Itaia Bilbo lanza una campaña sobre la falta institucional para hacer frente a la violencia machista y sobre cómo organizar la defensa de las mujeres trabajadoras.
El colectivo ha denunciado que los recursos de las instituciones para hacer frente a esta violencia –protocolos, políticas de igualdad, servicios sociales, etc.— son muy limitados y dependen de la capacidad económica y la capacidad política de los partidos; y tampoco ponen las bases para liberar a las mujeres de su situación de violencia, lo que las obliga a aceptar prácticamente cualquier recurso, aunque las condiciones sean las mejores
De hecho, Itaia Bilbo ha denunciado que, actualmente, la Diputación Foral de Bizkaia está alquilando los pisos destinados a mujeres que sufren violencia de género. Se ofrecen viviendas de urgencias de 24 plazas, lo que no se está respetando porque en muchas han llegado a vivir 30 personas. Se ofrecen viviendas a medio-largo plazo de 26 plazas, lo que tampoco se respeta porque, en cualquier momento, tienen la potestad de derivarte a otro municipio y alejarte de tu entorno social. Y se ofrecen viviendas para la inserción socio-laboral, de sólo 16 plazas. Además de esta situación de inestabilidad, las listas de espera para recibir ayuda psicológica pueden demorarse hasta 4 meses.
El colectivo ha explicado que el Ayuntamiento de Bilbao también ofrece viviendas autónomas, pero sólo 45 plazas frente a las 180.096 mujeres que las precisan; y atención psicosocial, pero sólo desde empresas privadas. Además, el acceso desde estos servicios municipales hacia los de la Diputación Foral son muy limitados a causa de la ausencia de plazas.
Ante esta situación, desde Itaia Bilbo han anunciado cuatro reclamos:
- Garantizar los medios de vida: ofrecer acceso a vivienda y a otros servicios básicos de calidad y universales.
- Construir las condiciones de bienestar personal y social: recursos para salir del aislamiento social y de su situación de bloqueo, como espacios de crecimiento personal, encuentros políticos, etc.
- Accesibilidad a la atención urgente: garantizar la atención psicológica así como otros servicios necesarios de calidad.
- Garantizar la gratuidad y la calidad de todos los servicios y materiales para la salud de las mujeres: como, por ejemplo, la atención ginecológica.