Con información del Euskalherriko BDZ Nodoa
Al pueblo palestino, a las personas solidarias con su causa,
a quienes permanecen resilientes sobre la tierra de nuestras madres, padres, abuelas y abuelos,
a las personas refugiadas que sueñan con el retorno
a quienes se aferran a sus Derechos Fundamentales, a los Derechos Humanos…
a toda la humanidad:
Hoy conmemoramos el 75 aniversario de la Nakba del pueblo palestino, la «catástrofe», que desde 1948 ha causado el desplazamiento forzoso y prolongado del 66% de la población palestina. Desde 1948 se ha producido la dispersión y la injusticia. Desde 1948 las personas palestinas se han visto obligadas a abandonar sus tierras y han sido diluidas bajo la mirada de este mundo, que les ha impuesto cargar con el pesado término de “refugiadas” a causa de esta maldita Nakba.
Como consecuencia de esta Nakba, 9,17 millones de palestinos/as han sido víctimas de desplazamientos forzosos, lo que incluye un total de 8,36 millones de refugiados/as, cuyas tierras fueron y siguen siendo ocupadas desde 1948 hasta la actualidad. La mayoría de estas personas encontraron refugio en los campamentos establecidos por la UNRWA en los países fronterizos como Líbano, Siria o Jordania, pero también lo hicieron en el resto de países del mundo. Además, hay 812.000 desplazados y desplazadas internas, es decir, dentro de los Territorios Palestinos Ocupados militarmente por Israel desde 1967.
Por tanto, la Nakba ha producido el mayor número de personas refugiadas, siendo esta la población refugiada más longeva en la actualidad. Mientras tanto, la población en el exilio aún se encuentra estancada ante una compleja figura llamada “protección internacional”, sin gran asistencia por parte de los Estados árabes, los europeos y el mundo en general.
Durante este año 2023, el desastre de la ocupación nos ha vuelto a sacudir de nuevo. En lo que llevamos de año, 151 personas palestinas han sido asesinadas y ha habido cientos de personas heridas ante la violencia del estado colonial israelí. Entre las personas asesinadas se encuentran 33 niños y niñas. Durante la semana pasada, en la agresión a la Franja de Gaza, el sionismo se ha saldado con la vida de 25 niños y niñas y 18 mujeres.
Muchos hogares palestinos han sido destruidos, sus propietarios y propietarias han sido desplazadas, las condiciones humanitarias han empeorado, al igual que los ataques por parte de los colonos israelíes en Cisjordania arrebatando la vida a más de una persona. Estas actuaciones no han sido ni sancionadas ni castigadas. No se han rendido cuentas hasta la fecha.
Las políticas y prácticas israelíes se traducen en leyes, políticas y prácticas israelíes institucionalizadas, tienen como objetivo mantener bajo control la máxima cantidad de tierra con el mínimo número de población palestina. En consecuencia, la perpetuación de la Nakba se sostiene gracias a la complicidad internacional con el régimen colonial y de apartheid israelí en Palestina.
En Euskal Herria, también vemos que cada vez son más las expresiones sionistas en nuestros pueblos y ciudades, así como los acuerdos comerciales, económicos y políticos entre empresas e instituciones vascas con Israel. Este mes, zarpó un crucero desde Getxo con destino a Jerusalén; el hotel israelí Nyx situado en pleno Arenal de Bilbao; la impunidad de los hinchas ultras del Hapoel Holon que durante 2 días provocaron incidentes contra bares y personas solidarias con Palestina; o el tranvía que la empresa vasca de ferrocarriles CAF está construyendo en Jerusalén para unir esta ciudad con las colonias ilegales israelíes en Territorio Ocupado Palestino.
La organización palestina BADIL por el derecho al retorno de la población refugiada palestina, cree que “el único enfoque y solución a la Nakba continua es un marco de descolonización integral basado en derechos”. Este enfoque debe abordar las causas profundas del régimen colonial y de apartheid israelí y cumplir con los derechos inalienables del pueblo palestino, concretamente los derechos de autodeterminación y retorno.
Por ello, exigimos:
– El fin de la ocupación de Palestina y el desmantelamiento del Muro del Apartheid.
– El reconocimiento del derecho al retorno de la población refugiada palestina.
– La igualdad de derechos para los y las palestinas del los territorios ocupados en 1948, bajo los cuales Israel se declaró como Estado.
– La implementación del ejercicio de libre determinación del pueblo palestino.
– La protección de la población refugiada palestina y de las organizaciones que las ayudan y defienden.
– Y la adhesión de toda la ciudadanía vasca a la campaña de Boicot, Desinversiones y Sanciones al Estado de Israel hasta que este cumpla con el Derecho Internacional.