Reportajes

Por Laura Fontalba

El sábado, el colectivo Veganas Unidas, acompañado por una multitud de personas, asociaciones y santuarios, se manifestaron en Bilbao para denunciar las «torturas y asesinatos» ocurridos en la Plaza de Toros de Vista Alegre. «Es una terrible y dantesca masacre que ocurre en contra de la opinión de la mayoría de la población, que considera la tauromaquia uno de los mayores abusos hacia los animales», manifestaron.

Tal y como denunciaron, cada año, se asesinan 2.000 toros en el estado; un «horror» que llaman «arte, cultura y tradición», pero que sólo incentiva la explotación, el maltrato y el asesinato animal. Una cifra que alcanza los 850 millones de animales al año, 55 mil millones en el mundo, si se tienen en cuenta todos aquellos empleados para el consumo de personas, a excepción de los animales marinos que «no se consideran seres sintientes». A esta realidad se le suman las cifras de experimentación animal, en las que se incluyen la fabricación de cosméticos, perfumes, tabaco, pieles y cuero, entre muchas otras cosas. «La sociedad nos adoctrina en el uso de animales como recurso, nos mienten acerca de dónde viene nuestra comida porque la verdad evitaría que nadie participase en la explotación y asesinato de ningún animal», denunciaron.

Ante esta situación, advirtieron que debe ser la propia sociedad la que frene su magnitud apostando por el «antiespecismo», pues «nada» se puede esperar de «la clase política y sus leyes especistas», con las que tratan de hacer creer a la sociedad que el uso de animales como «recurso» es necesario. «Nos enseñan a explotar a unos y amar a otros», lamentaron y añadieron: «Todos los seres sintientes somos iguales, nadie quiere sentir dolor, miedo ni, por supuesto, morir».

Asimismo, manifestantes del colectivo denunciaron «intimidación» y «temor» tras recibir insultos por parte de aficionados taurinos que acudían, en ese mismo momento, a la Plaza de Toros. «Sois todas unas putas y zorras», gritó uno de los individuos que, además, se dirigió a una manifestante en particular para llamarle «zorra lesbiana». La denuncia se tramitó en la Comisaría de Policía Municipal de Miribilla, con el apoyo de agentes de la Policía Municipal que presenciaron el suceso y lo consideraron «inaceptable».

Por todo ello, por medio de esta movilización, colectivo y asociaciones hicieron un llamamiento a «ser radicales, posicionarnos y no tener miedo a ofender a nadie», porque «el cambio está en nuestras manos» y abolir la esclavitud, la explotación y el asesinato sólo será posible por medio de la unidad.