Por Laura Fontalba
Esta mañana, Garbiñe Aranburu Irazusta, coordinadora general de LAB, ha compartido los objetivos que el sindicato plantea para este nuevo curso.
En un marco en el que la pérdida de poder adquisitivo, el aumento de los precios de los alimentos, el encarecimiento de las hipotecas, el debilitamiento de los servicios públicos, la crisis de cuidados o la vulneración del derecho a la salud laboral afectan a las y los trabajadoras, LAB ha reforzado su intención de incrementar las luchas de negociación colectiva y apostar por cambios políticos que garanticen condiciones laborales y de vida dignas.
«Este curso, nuestro principal cometido será poner sobre la mesa medidas concretas para mejorar las condiciones de vida de las y los trabajadores y fomentar dinámicas a favor de las mismas», ha asegurado Aranburu. Medidas entre las cuales destacan los retos de activar las luchas en los centros de trabajo y sectores, así como mantener una agenda social compartida entre agentes del ámbito de la izquierda independentista.
Por un lado, Aranburu ha explicado la importancia de apostar por un sindicalismo feminista y por la unidad sindical mediante las alianzas con otros agentes sociales, feministas, pensionistas o jóvenes. Todo ello a fin de conseguir la dignificación de los salarios, la defensa de los servicios públicos, el derecho a la salud laboral, la reducción de jornada a 30 horas o la euskaldunización, entre otras.
Por otro lado, la coordinadora ha destacado la lucha por la transformación social hacia el alcance de cambios en las políticas públicas para construir un marco vasco en el que tener la capacidad de decidir las condiciones de trabajo y de vida de los y las trabajadoras. Para ello, será necesaria la colaboración entre agentes sindicales, sociales y políticos que, juntos, defiendan esta transformación social y soberanía; un aspecto para el que también sería de gran ayuda una agenda social compartida.
Todas estas medidas nacen gracias al empoderamiento colectivo de las personas trabajadoras —especialmente de los grupos feminizados—, la Huelga Feminista General de Cuidados, que tendrá lugar el 30 de noviembre, o el actual contexto político que, para el sindicato, son «condiciones adecuadas» para «dar pasos hacia un marco propio de relaciones laborales y protección social».