Por Laura Fontalba
La Caravana Abriendo Fronteras, que hará un recorrido desde Madrid hasta Burriana desde el 23 de junio hasta el 1 de julio, llegará a Melilla el día 24 para exigir justicia en el primer aniversario de la masacre en la valla.
Varios autobuses de activistas se desplazarán hasta Melilla para unirse con otros colectivos y organizaciones sociales en los actos de denuncia de la masacre ocurrida el pasado 24 de junio en el paso fronterizo del Barrio Chino con Nador. Según la asociación Marroquí de Derechos Humanos, aquel día, 73 personas fallecieron, 322 resultaron heridas y 77 desaparecieron.
Por medio de esta movilización, desde Ongi Etorri Errefuxiatuak han exigido que se reabra el caso, se responsabilicen de lo ocurrido, que se tomen medidas para que se respeten los derechos de las personas fallecidas, desaparecidas y de sus familiares, y que lo sucedido no vuelva a repetirse. Asimismo, las organizadoras han asegurado que la masacre formó parte de un «contexto más global de crímenes contra la humanidad que los Estados está cometiendo contra las personas que se desplazan por causas forzadas». La asociación Pro Derechos Humanos de Andalucía recogió en uno de sus informes que 2022 es el segundo año con un mayor número de personas fallecidas y desaparecidas en la Frontera Sur española, al menos 2390 personas han sido «víctimas en las rutas de acceso al estado español y seis personas han muerto cada día».
Este año, la ruta partirá de Madrid, donde activistas de diferentes territorios se movilizarán ante el Congreso antes de dirigirse a Melilla. Una vez de vuelta a la península, continuarán la ruta por Andalucía. «Este año también tenemos reservado un lugar para la memoria de las fronteras. La Desbandá, la carretera de la muerte, entre Málaga y Almería, por donde en febrero de 1937 una desbandada humana de más de 300.000 personas refugiadas huyeron del avance fascista mientras eran masacradas desde el aire por aviones alemanes e italianos», han explicado. Además, visitarán los asentamientos chabolistas de Níjar-Almería, donde personas migrantes han tenido que enfrentar «violentos desalojos» como el de El Walili.
En su tercera etapa, se dirigirán a Valencia, para apoyar la lucha del colectivo colectivo CIEs NO Valencia, quienes exigen el cierre de los Centros de Internamiento de Extranjeros y el fin de las deportaciones. Y, en el puerto de Sagunto, denunciarán el comercio de armas y la vulneración del Tratado de Comercio de Armas. Finalmente, el 1 de julio, llegarán a Burriana, a un «puerto de paz» en el que los barcos de rescate del Mediterráneo llevan a cabo sus tareas de mantenimiento, abastecimiento y espera entre misión y misión.