Aquilino, 40 años, sin hogar y tras una “vida de mierda”, murió mientras dormía en Doña Casilda
Su muerte nos brinda la oportunidad de mirarnos de manera honesta en el espejo y de preguntarnos si tenemos la voluntad y la capacidad de atender a personas dejando atrás conceptos e ideas como la voluntad de cambio, la inserción y el merecimiento.