Por Laura Fontalba
Tras el parón de verano y con el inicio de esta Aste Nagusia, el Movimiento de Pensionistas ha vuelto a llenar las calles de Bilbao con una multitudinaria manifestación en la que han demostrado que la fiesta y la reivindicación «no son incompatibles».
Con mucho ánimo por su regreso, se han reunido pensionistas de toda Bizkaia y el resto de Euskal Herria, así como otros grupos y delegaciones de otras comunidades y pueblos del Estado con el objetivo de recordar que continúan firmes con sus reivindicaciones.
Así, por medio de esta movilización, que ha comenzado en la Plaza Elíptica y ha terminado en el Ayuntamiento, han anunciado que seguirán exigiendo los 1080 euros de pensión mínima, denunciando los recortes en Osakidetza y los problemas en las residencias, la atención domiciliaria, etc.; así como defendiendo el carácter público, universal y gratuito de todos estos servicios; entre otras reivindicaciones.
Pensionistas, que se ha definido como un movimiento «alegre, vivo y sujeto a derechos», ha advertido que seguirá concentrándose, movilizándose e impulsando diferentes acciones y propuestas hasta conseguir unas «pensiones dignas» para todos y todas.
Deja tu comentario