Carlos Aguiriano González, pensionista de 61 años y miembro del Sindicato de Inquilinas de Bilbo, está a punto de ser desahuciado de la casa, propiedad del Obispado de Bilbao, donde ha vivido toda su vida. El 15 de julio será la vista judicial de la demanda de desahucio que ha interpuesto la institución eclesiástica. Y a día de hoy, tras haber fracasado todo intento de negociación con el obispado está al borde de ser expulsado de su vivienda.
El pasado martes se realizó una asamblea abierta en el barrio de Begoña y se activaron las redes vecinales. Las vecinas de Carlos tienen claro que no se van a quedar impasibles ante la situación de su vecino Carlos. Es por ello que decidieron interpelar directamente al Obispado de Bilbao para paralizar la demanda de desahucio que pesa sobre Carlos y pedirle al Obispado que negocie una solución digna para que Carlos pueda seguir residiendo en la vivienda en la que ha pasado toda su vida.
Es así como integrantes del sindicato, acompañados de pensionistas, vecinas y activistas sociales se han acercado esta mañana hasta la explanada de la Basílica de Begoña para dejarle claro al Obispado que las vecinas de Begoña están con Carlos y exigir una solución dialogada a la situación provocada por la demanda de desahucio interpuesta contra él.
