Pese a acumular ya 12 años de precariedad, la última huelga de los trabajadores de la estiba del Puerto de Bilbao alcanza su segunda semana. Y al igual que el fin de semana anterior, se han echado a la calle apoyados por la Coordinadora, UGT, LAB y Kaia para denunciar los «continuos incumplimientos» del convenio, principalmente, en relación a las jornadas de descanso y a la incorporación de plantilla, dado el «exceso de trabajo». Además, también denuncian las «nefastas» condiciones de la maquinada y la «continua amenaza de disolución» del Centro Portuario de Empleo.
Así mismo, reclaman garantías de empleo para los estibadores portuarios y estabilidad para los trabajadores eventuales. A quienes, aseguran, se está dejando de llamar, lo que supone el «despido de facto» de alrededor de 100 personas.
Durante el recorrido de la marcha se ha hecho notar el apoyo de vecinas y vecinos quienes desde sus balcones o desde la calle aplaudían o hacían sonar cacerolas mientras los estibadores marchaban en dirección a Santurtzi. Además de recibir otras muestras de apoyo a través de pancartas antifascistas y de Ernai, o el encendido de bengalas tanto al inicio de la marcha así como durante el paso junto a Sastraka Gaztetxea.
Con gritos durante todo el recorrido de «¡La estiba no se vende, se defiende!», los estibadores han llegado hasta el Parque Central de Santurtzi junto a trabajadores de la Autoridad Portuaria, prácticos y amarradores, para agradecer su participación y dejar claro que unidos seguirán adelante en la lucha.
