Un año después de que se ahogara el pequeño Aylan Kurdi cerca de las costas griegas, acontecimiento que pareció haber sacudido las conciencias políticas europeas, se siguen muriendo miles de personas en el Mediterráneo, camino a Europa y en sus fronteras internas y externas. En Calais, 10.000 personas sobreviven en condiciones de vida cada vez más difíciles. Allí, como en otras partes de Europa, la situación de las personas migrantes no hace más que empeorar, demostrando la ineficacia y el carácter criminal de las políticas actuales.
En Calais, el desmantelamiento anunciado del campamento y la construcción de un nuevo muro iniciada hace unos días, no puede ser una solución.
Por ello, un año después de la primera caravana de manifestantes de París a Calais, se convoca de nuevo a una gran manifestación en Calais el día 1 de octubre, para expresar nuestra solidaridad activa con las personas migrantes de Calais, protestar contra las políticas europeas, en particular, en este caso, contra la francesa y la británica, y afirmar el derecho de asilo y a la libertad de circulación y de instalación de las personas migrantes.
El marco jurídico de asilo, su aplicación cada vez más restrictiva, así como las políticas migratorias, están desfasadas con respecto a las realidades y causas de los desplazamientos forzados actuales y que van más allá de las guerras y los conflictos armados, como son el expolio de los recursos naturales y las formas de vida de pueblos enteros, la cuestión medioambiental, las desigualdades económicas y de género, etc.
Junto a las organizaciones convocantes y adheridas a la manifestación de Calais EXIGIMOS:
– Que Gran Bretaña asuma sus responsabilidades en relación con las personas migrantes, que Francia rompa de manera unilateral los acuerdos de Touchet. Los controles deberían hacerse de nuevo en suelo británico.
– Que el dispositivo nacional de acogida tan anunciado y prometido vea por fin la luz en Francia, único país de Europa en el que se deja a las personas migrantes por las calles sin protección ni atención.
– La supresión del reglamento de Dublín y el desmantelamiento de Frontex, que son las primeras casas de los dramas que viven hoy las personas migrantes en Europa y a sus puertas.
– El cierre de todos los lugares de retención, centros o puntos calientes en Europa, a raíz del llamamiento internacional para el cierre de los centros de retención y de los puntos calientes en Europa.
Más que nunca, afirmamos que ¡otra Europa es necesaria, más solidaria, demócrata, abierta al mundo y más equitativa! Más que nunca, nos oponemos a las políticas racistas y criminales actualmente puestas en pie contra las personas extranjeras en Europa.