Por Laura Fontalba
Esta tarde, desde la plataforma Palestinarekin Elkartasuna se han concentrado en Abando para exigir el fin de la masacre en Rafah, y demandar la descolonización de Palestina y la desaparición de la entidad sionista.
Por medio de esta movilización, que se ha hecho simultáneamente en Bilbao, Gasteiz e Iruña, han querido «confrontar y desmentir» las posiciones de algunos agentes internacionales, que lejos de ayudar a Palestina, «hacen precisamente lo contrario».
Concretamente, se han referido a la solicitud emitida por la Fiscalía de la Corte Penal Internacional, que ha solicitado el arresto de los ministros israelíes Benjamin Netanyahu y Yoav Gallant, y también contra los miembros de la resistencia palestina Yahya Sinwar, Mohammed Deif y Ismail Haniyeh. «Esta resolución pone al mismo nivel a agresor y agredido, criminaliza al oprimido y reparte la responsabilidad del conflicto en dos bandos, cuando este no es un conflicto entre iguales, sino que está por un lado una entidad genocida y por otro un pueblo que lucha por su libertad», han denunciado y añadido: «Además, aunque se aprobase esta petición, no tendría efectos contra el Gobierno de Netanyahu porque la Corte Penal Internacional no tiene competencias en Israel».
Asimismo, han denunciado el «reconocimiento del Estado de Palestina» por parte de España, Irlanda y Noruega. Un movimiento que consideran «electoralista» con vista a las elecciones europeas del 9 de junio; pero que, además, no aporta ninguna solución real. «¿Qué Estado es el que se reconoce? ¿Las islas de Cisjordania y el campo de concentración de Gaza? Eso no es Palestina: Palestina es todo el territorio que va desde el rio Jordán al mar mediterráneo», han manifestado. Además, han denunciado que este reconocimiento se está ofreciendo mientras se continúa imponiendo la agenda de la Unión Europea y de la OTAN, abasteciendo de armas a Israel; sin hacer boicot, desinversiones ni sanciones; y sin apoyar la descolonización de Palestina.
Tal y como han asegurado, ambas acciones sirven sólo para «reforzar la idea de la solución de dos estados, legitimar la existencia de Israel y reforzar una representación del pueblo palestino controlable y «aceptable»», pero sin dar ningún valor a la resistencia y la solidaridad internacionalista. «Reconocer al Estado palestino sin confrontar con Israel es una acción simbólica y vacía, que sólo sirve para calmar el enfado por los crímenes de la entidad sionista y para apagar el movimiento en solidaridad con Palestina», han sentenciado.