Por Laura Fontalba
El personal de cardiología de Basurto, apoyado por el Comité Empresa de Basurto y Basurto Bizirik, continúa manifestándose contra el cierre del servicio de cirugía cardiaca y la idea de aunar los servicios en el hospital de Cruces, Barakaldo.
A pesar de las movilizaciones, que continúan dándose cada viernes, las negociaciones siguen bloqueadas. Una decisión que no tiene en cuenta la unanimidad de profesionales, sindicatos y ciudadanos, que llevan meses solicitando una solución que no implique el cierre de este servicio. Según han asegurado, una decisión que sólo sirve para precarizar las condiciones laborales y aplicar recortes en la asistencia sanitaria que se ofrece a la ciudadanía.
La plantilla entiende que, ofrecer la atención de cardiología únicamente en el hospital de Cruces, tendrá como consecuencia el recorte de la actual oferta asistencial; y, en consecuencia, saturar el servicio y disminuir su calidad, puesto que sería el único centro de toda la CAPV en ofrecerlo.
El Comité Empresa de Basurto y Basurto Bizirik han denunciado que la falta de negociación supone que Osakidetza esté tomando las decisiones de manera unilateral y, por ende, de manera «impositiva y dictatorial». Además, han recordado que el cierre de este servicio de cirugía cardiaca de Basurto conlleva abrir las puertas a la privatización del servicio; algo que en Araba y Gipuzkoa ya sucede, y que en Bizkaia corre riesgo de suceder dada la actual situación.
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