“Las víctimas ya no nos callamos!”. Es el mensaje que, desde la asociación feminista BIZITU, le han querido trasladar al vicelehendakari, Josu Erkoreka, quien tras el asesinato machista producido en Vitoria el pasado 28 de mayo, declaró que “no es fácil proteger a una víctima que no se percibe en peligro”. “Son relaciones en las que la víctima no percibe la necesidad de ser protegida. Una persona puede estar protegida, pero si no se siente en riesgo, puede quebrantar esa protección”.
El colectivo feminista lamenta cómo una vez más, además de comprobar que desde las instituciones públicas no se está protegiendo adecuadamente a las mujeres víctimas de violencia machista, asisten a la elaboración de un marco discursivo mediante el cual “la víctima es, de alguna forma, responsable de su propio asesinato”.
Consideran “inadmisibles” las declaraciones del representante público que, tras un asesinato machista, se hayan centrado en defender la actuación institucional, en lugar de asumir los errores y pedir disculpas por las evidentes fallas del sistema de protección a víctimas de este tipo de violencia. Bizitu considera que el vicelehendakari Josu Erkoreka puede hacer cuantas referencias quiera al buen hacer de los cuerpos de seguridad dentro de los marcos legales, pero que sin embargo, es de un “cinismo demoledor y de una tremenda falta de sensibilidad” hacia las víctimas no reconocer lo que es evidente, que “los protocolos de actuación existentes no funcionan. No existe acompañamiento desde las instituciones públicas”.
“Debemos respetar la decisión de las mujeres víctimas que quieren volver con sus parejas” dicen algunas voces. Pero desde Bizitu Elkartea se preguntan si esta afirmación no está disfrazando el verdadero problema: que las instituciones públicas no están colocando todos los recursos posibles para acompañar a las mujeres en su proceso de comprensión del peligro al que se exponen. “Lo sabemos de primera mano. Nuestra experiencia como supervivientes de violencia machista nos ha hecho conocer el maltrato y el vacío institucional; nuestra experiencia como activistas feministas contra la violencia machista nos demuestra cada día cómo sistemáticamente se menosprecia nuestra capacidad de acción como agentes sociales”, señala la asociación.
Es por ello que desde Bizitu exigen que se ponga a disposición de las mujeres víctimas un adecuado protocolo de acompañamiento. Para ello, precisan de la colaboración con asociaciones de víctimas y supervivientes de violencia machista tanto en la elaboración de protocolos como en el propio proceso de acompañamiento.
En este sentido, la asociación feminista ve necesaria una adecuada formación del personal de las administraciones públicas ya que consideran “alarmante“ el bajo nivel de conocimiento que la mayor parte del personal público, en todas las áreas de la administración, tiene sobre violencia machista.
Y que el acompañamiento se inicie en el momento mismo en que la mujer muestra los primeros signos de estar inmersa en una situación de violencia y que termine solo cuando se hayan agotado todos los recursos posibles para que esa mujer asuma el peligro que corre.