Por: Laura Fontalba
Desde hace años, en el muelle Marzana de Bilbao, se han presenciado cacheos por parte de la Policía Municipal fuertemente marcados por un perfil racial. El pasado 4 de noviembre, la escena volvió a repetirse cuando la policía decidió cachear a un grupo de jóvenes senegaleses que, habitualmente, se sientan en el lugar para socializar. Testigos han relatado que, cuando los policías fueron cuestionados por las personas afectadas, aseguraron que estaban allí por una llamada vecinal que les acusaba de estar consumiendo sustancias ilegales.
La asociación SOS Racismo ha querido denunciar esta actuación policial, dado que no se trata de un caso aislado, sino que son cacheos habituales que se producen de forma sistemática. Desde la asociación han manifestado que, cuando se dan estas situaciones, nos encontramos ante un caso de racismo vecinal que, además, la propia policía perpetúa al acudir al lugar. En consecuencia, estas identificaciones por perfil racial «dividen a la sociedad entre los que están autorizados a estar sentados o caminar libremente en un lugar público y los que no».
Desde la asociación han advertido que estas identificaciones por perfil racial son «ilegales e injustas». Principalmente porque perjudican a quienes las sufren al vincular su apariencia con delitos, refuerzan la criminalización hacia comunidades enteras, y generan situaciones de humillación y desigualdad.
«La seguridad nada tiene que ver con redadas racistas ni cacheos masivos, no vamos a dejar que estas actuaciones se normalicen y que nuestras calles y plazas se conviertan en escenarios de espectáculos indignantes que no hacen más que criminalizar aún más la zona».
Comunicado de SOS Racismo
