Este movimiento se puso en marcha en septiembre del pasado año en Barcelona y, desde entonces, diferentes AFA/AMPAs, en colaboración con entidades vecinales, realizan cada dos semanas cortes de tráfico los viernes, a la hora de salida escolar, con el objetivo de reclamar una mayor pacificación y seguridad de los entornos escolares, menos contaminación y menos ruido.
Con esta acción, quieren conseguir un entorno escolar seguro y saludable alrededor de la escuela, y que ahora mismo no lo es. A pesar de que la calle Lersundi se corta a la hora de entrada y salida del colegio, es habitual que algunos conductores retiren las vallas para circular o acceder a los garajes, sin que nuevamente se vuelvan a colocar, con el consiguiente riesgo para el alumnado. A ello se suman los problemas del autobús escolar a la hora de aparcar en la zona que tiene reservada al lado del colegio y que, prácticamente, a diario es ocupada por vehículos que aparcan indebidamente en este lugar. Todo esto se suma a la existencia de 3 contenedores de residuos colocados justo delante de la entrada de la escuela, que dejan un mínimo espacio para el acceso de las familias y causan aglomeraciones.
El Ayuntamiento de Bilbao está impulsando iniciativas para reforzar la seguridad de los peatones en los entornos de los centros escolares, pero lamentan que el Consistorio se haya olvidado de esta escuela y de sus peticiones. Una de ellas es la cesión de espacios municipales para que el alumnado pueda realizar las actividades de forma segura durante la pandemia, reduciendo los aforos y fomentando los recreos al aire libre; recuerdan que esta reclamación sigue sin respuesta cuando ya han pasado seis meses desde el inicio del curso escolar, cuando otras muchas escuelas de Euskadi sí que han recibido permiso para usar espacios municipales.
Desde el AMPA denuncian que una vez más el Ayuntamiento de Bilbao le ha “dado la espalda” a la única escuela pública del barrio de Abando, olvidando sus necesidades. Por ello, una vez más le piden que “priorice los derechos del alumnado, que sean responsables y actúen con sentido común”.
Con esta acción también han querido volver a trasladar al Ayuntamiento que no quieren una obra delante de la escuela, porque el proyecto de demoler la escuela de Magisterio (BAM) para construir un edificio de la Diócesis de Bilbao y una clínica Mutualia, afirman que “no va a contribuir a tener un entorno saludable para los alumnos del colegio en mitad de una emergencia sanitaria en la que nos encontramos debido a la pandemia”. Denuncian que el consistorio sigue sin responder a las múltiples alegaciones presentadas por la AMPA y asociaciones vecinales.
