Por Laura Fontalba
Ayer, la librería Zirika acogió la presentación de Voces de la discriminación 2023, informe anual del colectivo antirracista SOS Racismo Bizkaia sobre los casos de racismo y xenofobia recibidos en su Oficina de Información y Denuncia (OID).
El informe recoge datos relevantes sobre el perfil de las víctimas de racismo y xenofobia en Bizkaia, los tipos de agresiones más frecuentes, los casos judicializados, los principales agentes de discriminación y narrativas reales de víctimas, que, en consecuencia, han sufrido daños psicológicos y físicos. «Todos los que hemos pasado por el racismo tenemos un sentimiento de culpabilidad», aseguraba una de las víctimas.
Los datos de este año vuelven a señalar al racismo policial como «primer agente discriminador» con un 46% de casos denunciados. De ellos, un 83% de fuerzas fuerzas y cuerpos de seguridad del estado, de este porcentaje el 81% corresponde al racismo policial y frente a un 19% de otras instituciones públicas. Aunque no son datos con los que pueda generalizarse, en su informe recuerdan que estas cifras «no representa las violencias racistas generalizadas que existen diariamente por parte de las instituciones tanto públicas como privadas del país y, más concreto, de Bizkaia».
Asimismo, a estas cifras, les siguen las agresiones racistas cometidas por particulares, personas ajenas a la vida diaria de las víctimas, que «invalidaron» y «violentaron» su presencia en el espacio público con un 14% de los casos; el racismo vecinal y laboral (11%); seguridad privada y racismo inmobiliario (6%); y, finalmente, racismo escolar e islamofobia (3%). «En una sociedad racista no basta con no ser racista, hay que ser antirracista», sentenciaron desde SOS Racismo recordando estas palabras de Angela Davis.
