Por Laura Fontalba
Esta mañana, ni siquiera la abundante lluvia ha frenado al Movimiento de Pensionistas que, con gran afluencia, se ha concentrado ante el Ayuntamiento de Bilbao para recordar su participación en la Huelga Feminista General de cuidados del 30N.
«A medida que vamos avanzando en edad y dependiendo del estado físico y mental de cada persona, aumentan las necesidades de cuidados», aseguraba Andrea Uña, quien ha explicado la relación directa entre la situación económica de las personas y la posibilidad de ser cuidadas. «Necesitamos una pensión mínima de 1.080€ en 14 pagas para poder empezar a afrontar los problemas que puedan surgir, porque el derecho al cuidado no puede depender de la capacidad económica de la persona susceptible de ser cuidada», ha asegurado. Es por ello que el movimiento se ha sumado a la Huelga Feminista General de este jueves, porque consideran que el cuidado debe ser de calidad y accesible para todas las personas; y, para garantizar dicha calidad, las personas cuidadoras también deben trabajar en unas condiciones salariales y laborales dignas.
Asimismo, han denunciado cómo los cuidados del ámbito familiar recaen principalmente sobre las mujeres y cómo, después, esta labor ni siquiera percibe el reconocimiento que merece. «Hay una deuda histórico-patriarcal con todas ellas. La mujer ha estado en segunda linea porque el trabajo productivo ha estado por encima del reproductivo. Pero ha sido este trabajo de cuidados el que ha sustentado la vida. Esto ha llevado a las mujeres a renunciar su vida personal, a hacerse invisibles», ha asegurado Andrea. Jon Fano, por su parte, ha puntualizado: «Vivimos en un sistema capitalista y las principales paganas de este sistema son la mujeres. Hay que admitir que los hombres tenemos ciertos privilegios, así que nos toca asumir con responsabilidad las reivindicaciones que se están haciendo estos días y ser consecuentes con ellas».
Finalmente, en nombre del Movimiento de Pensionistas de Euskal Herria, Andrea Uña ha hecho un llamamiento a la participación en la huelga y ha demandado un cuidado universal, de gestión pública, digno y de calidad. «No puede depender de la situación económica personal, es un derecho colectivo y no una vía para hacer negocio», ha sentenciado.
