Por: Laura Fontalba
El movimiento de pensionistas ha vuelto a concentrarse, este mediodía, ante el Ayuntamiento de Bilbao. Esta vez para mostrar su rechazo a la decisión tomada en el Congreso de «ratificar sin cambio alguno las Recomendaciones del Pacto de Toledo».
Los y las pensionistas han explicado los puntos que deberían considerarse para garantizar el sistema público de pensiones. En primer lugar, aseguran indispensable derogar las Reformas Laborales de 2010 y 2012, por «debilitar la negociación colectiva, incrementar la depreciación salarial y disminuir las cotizaciones». Además de la subida del sueldo mínimo en 1.200 euros, tal y como queda previsto en la Carta Social Europea. En segundo lugar, ven necesaria la reforma fiscal, que pague más quien más tiene.
Han lamentado que sigan vigentes el factor de sostenibilidad y la reforma del 2011, que penalizan la jubilación anticipada, sustentan planes privados con dinero público y recortan la pensión de viudedad. Además, critican que, desde el Congreso, se estén rechazando reivindicaciones «justas e imprescindibles»; como son el incremento de la pensión hasta los 1.080 euros, la derogación de los coeficientes reductores o terminar con el 37% de la brecha de género.
En esta ocasión, al haber finalizado la votación en el Congreso, todo dependerá de los cambios legislativos que proponga el Gobierno. «No nos queda otra que seguir luchando para garantizar lo conseguido y avanzar», han declarado. Para ello, han hecho un llamamiento a movilizarse. Hoy en Iruña y el día 5 de diciembre en los pueblos y capitales de la Comunidad Autónoma Vasca, «por unas pensiones públicas, dignas, justas y suficientes».
