Por Andrea Uña. Movimiento Pensionistas Bizkaia (MPB)
El lunes pasado nos fuimos a protestar a la plaza Euskadi frente a la torre de Iberdrola, os damos las gracias a todas las personas que nos acompañasteis, fue un lunes donde se sintió las ganas y la necesidad de protestar por la situación que estamos viviendo con el aumento del precio de las tarifas eléctricas, los carburantes el gas, la alimentación, etc.
El IPC de febrero subió el 7,6%. Y sigue acelerando y subiendo en marzo ya está en el 9,8%, máximo histórico desde el año 1985, y a nosotros con el robo del 3% en la revalorización de nuestras pensiones y dejando solamente un 2,5 %, seguimos perdiendo poder adquisitivo. Con las pensiones mínimas de miseria es imposible llegar a fin de mes y tenemos que elegir, si calentarnos, pagar los recibos o comer y comprar medicinas. La situación de pobreza en este año 2022 se multiplicará. Pero mientras esto ocurre para las y los pensionistas, y la ciudadanía en general, y mientras nos piden que seamos solidarios y nos apretemos más el cinturón, los beneficios empresariales se multiplican, en miles de millones de beneficios, al igual que la banca, empresas de electricidad de gas o carburantes.
Ante este panorama tan desolador para las clases más desfavorecidas, nos hablan desde el Gobierno de un pacto de rentas que mucho nos tememos sea una trampa que tan solo tiene como objetivo la reducción de salarios y pensiones, con el pretexto de una guerra, o como anteriormente de una pandemia, cuando en realidad, la subida de la electricidad y los carburantes había comenzado meses anteriores a la escalada desorbitada de la subida de los precios.
Y este encarecimiento nos está excluyendo del acceso a una vida digna cada veza más a las personas pensionistas y sobre todo a las mujeres pensionistas, viudas, con pensiones míseras, que las obligan, “nos obligan a vivir angustiadas, en soledad, pobreza, abandono y exclusión social”.
Por eso exigimos a los Gobiernos medidas concretas, urgentes para paliar esta situación y que las pensiones se incrementen con el IPC real, se complementen a 1080 euros de pensión mínima de dignidad, como recomienda la Carta Social Europea.
No estamos pidiendo limosna, las pensiones son un derecho adquirido tras años de pago contributivo y recogido en el Artículo 50 de la Constitución y este derecho, lo vamos a defender el tiempo que haga falta como llevamos haciendo desde hace 4 años y tres meses.
Es momento de arreciar y dar mucha más visibilidad a nuestra lucha conjunta y de unidad en las calles, vamos a exigir se adopten las decisiones precisas para garantizar unas pensiones PUBLICAS, DIGNAS, JUSTAS Y SUFICIENTES. NO A LOS PLANES PRIVADOS DE PENSIONES CON DINERO PÚBLICO. Y estamos seguras y seguros entre todas y todos, esta BATALLA LA VAMOS A GANAR.
PENTSIONISTAK AURRERA!
