Reportajes

Por Laura Fontalba

Ayer, pensionistas se concentraron ante el Ayuntamiento de Bilbao para reafirmar que no van a permitir «ningún intento de volver a la situación anterior al 2018», por lo que esperan que, mañana, se ratifique y apruebe el nuevo decreto Omnibus con el que se contempla la subida de las pensiones el resto del año 2025.

Aseguraron que, tras estos siete años de lucha, no van a permitir ningún paso atrás y que, pase lo que pase, continuarán firmes en sus reivindicaciones, como la recuperación del poder adquisitivo perdido, la equiparación de las pensiones mínimas con el SMI o la eliminación de la brecha de género; y que continuarán rechazando la prolongación de la edad de jubilación voluntaria o no hasta los 70 años, defendiendo el sistema público de pensiones frente a su privatización; y exigiendo la eliminación de los coeficientes reductores de las pensiones anticipadas o la derogación de los recortes vigentes tras las reformas realizadas desde 2011.

Consideran que gracias al anuncio de manifestaciones masivas tanto en Euskal Herria como en el resto del Estado han conseguido que «no se cruce una línea roja», que hubiese implicado ir en contra de un derecho fundamental: la revalorización de las pensiones. «Es algo que nunca más debe repetirse, y exigimos a los partidos políticos plenas garantías para que así sea», aseguraron.

Sobre esta misma reivindicación, celebraron la recogida de firmas a favor de su ILP, que «va muy bien»; anunciaron que creen que recogerá muchas más firmas de las necesarias para debatirla en Parlamento y que, entre ellas, cuenta con 289 firmas de personas relevantes de la vida cultural, social, artística y reivindicativa de la sociedad. «Gracias a todas y todos los compañeros y compañeras pensionistas que con las mesas recogen firmas por las calles, y a todas las personas, movimientos y agentes sociales que están implicados tanto con su apoyo», terminaron diciendo.