Por: Laura Fontalba
Tras más de dos años en huelga, los trabajadores de Novaltia se han concentrado hoy, como cada viernes, en la Plaza Circular de Bilbao contra la precariedad laboral; con el fin de exigir la negociación de un convenio que acoja condiciones de trabajo dignas.
Hace siete años, la plantilla de Novaltia sufrió una bajada de salario de alrededor de un 30%. En febrero de 2018, con el convenio en ultractividad, trataron de negociar un acuerdo con el que terminar con la doble escala salarial, evitar la externalización de sus funciones, y buscar mejoras económicas y de condiciones de trabajo. Sin llegar a ningún acuerdo, en febrero de 2019, la empresa les quitó su convenio propio con ultractividad para imponerles unilateralmente el estatal. Todos estos motivos desencadenaron el inicio de su huelga el 22 de julio de 2019, secundada por 20 trabajadores de los 45 que, actualmente, hay en la empresa. Un derecho a huelga que se vio vulnerado, pues el informe emitido a Inspección, no salió a la luz hasta marzo de 2020; lo que facilitó que la empresa pudiese ir minimizando el impacto de la huelga y su sanción.
En aquel entonces, el Comité pretendía recuperar el convenio colectivo propio, eliminar la doble escala salaria, recuperar la paga extra, la no externalización, el plus de traslado, frenar los despidos post traslado y reducir la jornada anual, entre otras cosas. Pero la empresa sólo propuso un plus de productividad variable y un plus de traslado de poca cuantía.
La dirección de Novaltia ha roto las negociaciones en dos ocasiones. La primera vez, pusieron como condición para reanudar las negociaciones que los huelguistas terminasen con las concentraciones; pero cuando estos atendieron la petición, la empresa sólo les propuso la oferta de siempre empeorada. La segunda ruptura ocurrió en enero de 2021, una vez más ocho meses después de denunciar los hechos y dándose la misma situación, pero sin ofrecer ninguna nueva opción a cambio del cese de las negociaciones. «Curiosamente, durante 26 meses de huelga, en las 2 ocasiones que más interés ha demostrado el Comité en rebajar sus pretensiones y desbloquear el conflicto, la empresa ha roto la mesa de negociaciones», han señalado los trabajadores.
En una de las negociaciones, los trabajadores expusieron a la empresa solución para tres de las cuatro líneas rojas que imposibilitan llegar a un acuerdo. Sin embargo, la empresa se negó rotundamente ante la posibilidad de negociar dichas soluciones, alegando que no cederían ante estas líneas rojas:
| La empresa quiere | El Comité de Huelga quiere | |
| Modelo de acuerdo | Pacto de centro | Convenio propio |
| Formato subida salarial | Plus de productividad variable | Equiparación Complemento Personal fijo |
| Externalización | Libertad para externalizar | No externalizar funciones principales |
| Garantías empleo | No garantiza y anuncia despidos | Quiere garantizar los puestos de trabajo |
La última propuesta de los trabajadores supone un gasto a la empresa menor de 200.000€. «El coste de personal en Bizkaia en 2012 era mayor de 4.500.000€, con una plantilla de 100 trabajadores. En el 2019, y con 52 trabajadores, el coste ya había descendido a 1.360.000€. En la actualidad, somos 45 trabajadores en plantilla y los gastos rondan el 1.100.000€, suponiendo un ahorro anual de más de 260.000€ desde que comenzó la huelga», han explicado. Lo que significa que, asumir la nueva propuesta y terminar con el conflicto, sería un gasto más bajo que el que la empresa ya ha ahorrado en costes de personal desde el comienzo de la huelga.
Finalmente, en marzo de 2021, se pidió el cambio de la inspectora de trabajo y se denunciaron siete situaciones distintas de vulneración de derecho a la huelga. Inspección elaboró un informe favorable a la empresa e incluso realizó una visita al centro de trabajo sin previo aviso. De ahí que, actualmente, haya varios procesos abiertos. Por ejemplo, el esquirolaje interno, mandos y directivos de Bizkaia que están trabajando sábados y festivos con horarios alargados hasta las 11 horas diarias y realizando tareas de los huelguistas; el esquirolaje externo, prorrogación de contratos de verano de ETT hasta final de año; o, en 2020, sustituir los periodos de vacaciones de los huelguistas por ETT. También la desviación de trabajo a otros centros, la modificación sustancial de las condiciones de trabajo o la alteración continua en horarios y turnos para minimizar los impactos de la huelga.
Desde febrero de 2021, la empresa ha estado comunicando algunas modificaciones sustanciales en las condiciones de trabajo: «asignaba a la mayoría de trabajadores huelguistas al inactivo y antiguo almacén de Zaratamo, anunciaba despidos para ese almacén y otorgaba premios de 300 mensuales a los trabajadores no huelguistas». En marzo, ya habían gastado voluntariamente 110.000€ en atrasos de pluses y premios a los no huelguistas. A finales de septiembre, el juzgado de lo social n.º 7 de Bilbao condenó a Novaltia constatando vulneración del derecho de huelga. En noviembre, ocurrió una vez más: «La condena es en firme y trata sobre la contratación de trabajadores de ETT para sustituir las vacaciones impuestas a huelguistas durante el 2020».
Ante todo esto, la plantilla de trabajadores en huelga considera evidente el desinterés de la empresa para solucionar el conflicto. Con su actuación «confirman la teoría de que están dispuestos a hacer cualquier cosa antes que negociar con nosotros», han asegurado.
Por todo ello, los trabajadores en huelga continuarán con las concentraciones en el almacén de Novaltia en Zamudio, en Inspección de Trabajo; mantendrán las visitas informativas y las concentraciones en las farmacias socias, 200 que miran para otro lado; y seguirán concentrándose cada viernes a las 12:00h en la Plaza Circular de Bilbao
