Reportajes

Por Laura Fontalba

De la mano de La asociación Mundo Libre y Solidario (Mulisol), ayer, tuvieron lugar las VII Jornadas Mujer Migrada Afronegra en Euskadi en la BBK Kuna, para hablar sobre la discriminación interseccional: una losa para la participación social y política de la mujer negra en Euskadi y la Diáspora.

Como cada año, estas jornadas han ofrecido un espacio seguro y de sororidad. Un espacio en el que la mujer negra es la protagonista, y al que se han sumado muchas compañeras y amigas interesadas por la lucha en la igualdad. Con la discriminación interseccional en el centro de la mesa, estas jornadas han servido para debatir sobre la invisibilidad de la mujer negra en los espacios públicos y comprender por qué la participación de estas mujeres es tan escasa y casi inexistente.

Previstas para comenzar a las 9:30 de la mañana y finalizar a las 18:00h, esta sexta jornada ha acogido a mujeres referentes en la defensa de los derechos humanos y la lucha por la igualdad como Jeanne-Rolande Dacougna Minkette, Quinny Martínez, Angela Nzambi, Mayline Vegara, Adriana Abonia, Jolie Mputela y Lidia Kinson. Asimismo, a la inauguración oficial de las jornadas, presentadas por Lidia Kinson, también han asistido Itziar Urtasun, del Ayuntamiento de Bilbao; Patricia Campelo, de la Diputación Foral de Bizkaia; y, en lugar de la asistencia prevista de Xabier Legarreta (Gobierno Vasco), Ana Reka. Todas ellas han hablado sobre la importancia de la interseccionalidad en una localidad en la que «nos reconocemos por la mezcla», donde «es fundamental la escucha activa y aterrizar en la sociedad para analizar su realidad». Además, han señalado la importancia de la participación y la cooperación para alcanzar unas mayores cotas de igualdad.

Estas jornadas, además de reunir a referentes para crear un espacio de diálogo y aprendizaje, pretenden premiar a una de ellas con el reconocimiento de mujeres negras en el territorio Vasco por su labor humanitario, social y profesional en el apoyo a personas en riesgo de exclusión social. 2020 fue el primer año en el que comenzó a darse este reconocimiento. Fue Filomena Abrantes quien lo recibió. El año pasado, Rosario García Hernández; y, este año, Jeanne-Rolande Dacougna Minkette.

Dacougna es Técnica Superior de Intervención Social en BILTZEN – Servicio Vasco de Integración y Convivencia Intercultural. Se define como activista feminista antirracista; y es investigadora y experta en migraciones internacionales. Trabaja en la gestión de la diversidad y el antirracismo. Estudió Filología Hispánica, tiene un Máster en Igualdad y Género en el ámbito público y privado; y se doctoró en Estudios e Investigación sobre las Mujeres, Feministas y de Género. Asimismo, ha presentado numerosas comunicaciones en congresos académicos e impartido conferencias, talleres y cursos, sobre feminismos, empoderamiento y participación social de las mujeres migradas, violencias machistas, Racismo y Xenofobia, Migraciones Internacionales, Gestión de la Diversidad, etc. «Este premio para mí tiene un significado amoroso, de sororidad, porque es un reconocimiento de pares, de mujeres que reconocen a mujeres», ha explicado Dacougna; quien se ha mostrado muy agradecida por el trabajo que hacen MULISOL y BILTZEN, al trabajar en red y generar una cooperación imprescindible para hacer efectivos los derechos de las personas de los colectivos más invisibilizados. Antes de terminar con su intervención, también ha querido dedicar su premio a todas las mujeres negras que demuestran con tesón que otro mundo es posible: un mundo antirracista y feminista. «Ubuntu, yo soy porque somos», ha concluido.

Tras la entrega del Premio Mujer Afrovasca, las jornadas han continuado con una conferencia, moderada por Adriana Abonilla, en la que Angela Nzambi ha hablado sobre la discriminación interseccional; el impacto sobre la participación social y política de las mujeres negras en la diáspora. Una vez finalizada, Mayline Vegara, Jolie Mputela y Adriana Abonilla han dialogado sobre la posibilidad de alcanzar una sociedad sin discriminaciones ni desigualdades. Terminados estos dos actos, las jornadas se detuvieron a la hora de comer con una degustación de gastronomía africana, en la que las asistentes disfrutaron de platos típicos de esta tierra como: arroz senegalés, moi-moi (pastel de alubias), pescado a la brasa al estilo africano o plátanos fritos. Para poner fin a las jornadas, Angela Nzambl, Jeanne Roland Dacougna y Quinny Martinez han dialogado en una mesa redonda moderada por Lidia Kinson, sobre experiencias y vivencias intergeneracionales de la discriminacion interseccional que atraviesa a la mujer negra en la diáspora en diferentes campos profesionales.

Un año más, la asociación Mundo Libre y Solidario (Mulisol) ha logrado generar un espacio cómodo y seguro, encabezado por la sororidad y la unión; que ha dejado al descubierto la realidad de muchas mujeres negras afectadas por la discriminación interseccional.